No me gustan los musicales en la gran pantalla. Voy al cine a que me cuenten historias. Y un musical no va de contarte una historia, va lógicamente de presentarte los mejores números musicales posibles y si de camino entre número y número se cuenta una historia bien, pero sino también.

Dicho lo cual, esta película sí cuenta una historia y para mi sorpresa interesante. Actores del cine mudo que tienen que reconvertirse con el cine sonoro si no quieren desaparecer con el cambio. A algunos les pilla con una molesta voz de pito inaguantable para el gran público, a otros con sus recursos cómicos pasados de moda y enamorándose de estrellas emergentes de voz prodigiosa.

Y mientras se desarrolla la historia números musicales de excelente calidad con algunos de ellos que han pasado a la historia del cine. Ese juego de pies es brutal aunque no entiendas nada de claqué.

Lo dicho, que a mí no me gustan los musicales, pero si los disfrutas mínimamente no te lo puedes perder.