Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sevilla
Voto de Bukowski:
5
Cine negro. Intriga. Thriller Abel Davos, un conocido criminal italiano, huye a Francia con su familia eludiendo así una orden de arresto y la condena a muerte. Le acompaña su fiel amigo Raymond Naldi, otro conocido criminal perseguido por la justicia. En la frontera se produce un dramático tiroteo... (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2009
3 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
A todo riesgo es una película francesa de cine negro de los 60. Y como tal, es buena para analizar y comparar costumbres y defectos del cine francés de la época. Donde la nouvelle vague, un género autóctono de la zona, como el buen champán, triunfó, en muchas ocasiones de las que el cine francés pretende adentrarse en un género marcado a fuego por la idiosincracia americana, fracasa.

Y así, Classe tous risques fracasa. A pesar de una sobria dirección por parte de Sautet, la película en ningún momento termina de arrancar, y se pasa uno las casi dos horas de film pensando en por qué coño está pasando todo esto. Para empezar una película in media res hay que saber hacerlo, y desde luego el guionista de esta película no tenía ni idea de cómo hacerlo. Cuando además, haciendo cine negro, es mucho más difícil; estamos hablando de historias de traición y de venganza y de huidas y escondrijos; si el espectador no sabe ni a quién ni cómo ni por qué se ha traicionado, si el espectador está viendo al protagonista correr frenéticamente de un lado para otro sin saber de qué o por qué corre, con la cámara como mero testigo incidental, algo falla. Estamos hablando de cine negro, no de El ladrón de bicicletas.

Por mencionar aspectos positivos, algunos momentos de suspense del film están muy conseguidos, y esta película tiene el atractivo de poder ver a un jovencísimo Jean-Paul Belmondo que se desenvuelve estupendamente en su papel; en general, las actuaciones son bastante dignas. El problema, como digo, es el de un guión flojo y lleno de lagunas, donde todo parece no ya incidental, sino accidental. Personajes que suponemos importantes para la trama mueren de la forma más estúpida y aquí no pasa nada, el desarrollo psicológico de los personajes tiende a cero, y el final, sinceramente, te deja con cara de subnormal. Uno espera que después de todo lo que se ha liado -como en toda buena película de cine negro- el final sea un ribete digno para la historia. El final aquí es una tontería como un castillo, propio de un director/guionista que no tiene ni idea de cómo salir del jardín en el que se ha metido, digno del peor Paul Thomas Anderson (por mucho que me guste, hay que reconocer que los finales no son lo suyo). Y para colmo, la película cuenta con apariciones estelares de una voz en off que bien podría ser la del Capitán Obvio.
Bukowski
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow