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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
9
Drama Ernesto hace un viaje a la provincia argentina de San Luis, a un remoto pueblo en un valle puntano, para recordar su infancia y las circunstancias que han determinado su vida: sus padres se habían exiliado voluntariamente de Buenos Aires para vivir en una comunidad campesina. La llegada de un geólogo español, contratado por el cacique local para buscar petróleo, representa una amenaza para la forma de vida de los campesinos. (FILMAFFINITY) [+]
13 de octubre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otro tiempo, inalcanzable por cuanto lo narrado ya acaeció.... "Un lugar en el mundo" la obra maestra de Adolfo Aristarain y , sin duda, una de las mejores películas del ultimo cuarto del siglo XX, bebe de grandes maestros del cine clásico como John Ford y Howard Hawks, directores, por otro lado, que han marcado la carrera de Aristarain. SIn embargo, no puedo dejar de recordar, cuando la veo, a "Raices Profundas" de George Stevens (1953), como alguien ya ha comentado. Coincide en varios aspectos: una historia relatada desde los ojos de un chico, el hijo de una familia encabezada por un hombre justo - un "frontera" - el enfrentamiento de los pacíficos granjeros al malvado terrateniente que los va acosando y busca romper la fuerza de su unión, el misterioso y fascinante extraño que arriba a aquellas tierras y les ayuda noblemente- Shane- la mujer del hombre justo, atraida irremisiblemente por el extraño, un paisaje bello y duro a la vez ... quizás en "Un lugar en el mundo" no hay violentos ni pistoleros como en "Raices profundas" pero no se puede negar que toma como argamasa el mundo de los westerns, tanto en su argumento y diálogos - impresionantes - como en sus protagonistas y en la fuerza primordial de un paisaje irredento al ser humano.

El filme es un enorme flashback que nos lleva a un tiempo al que los protagonistas no podrán volver y que recordarlo, aunque haga daño, es necesario, como dice el protagonista. Los actores brillan, del primero al último y es imposible no sentir nada por ese grupo de seres utópicos que quieren -aún- arreglar el mundo. La aparición de Hans Mayer Plaza - el geólogo encarnado por José Sacristán - altera sus vidas, les recuerda su pasada vida, su exilio y lo que han dejado en el camino. Sacristán está maravilloso. Contenido, observador, transmite más con las miradas que con el diálogo, y tras sus palabras, hay una verdad no mencionada que los protagonistas conocen. El asesoramiento del hermano geólogo de Aristarain, Lorenzo, es fundamental para darle verosimilitud a las actividades del personaje. Que los geólogos sean o no mercenarios ya es otra cuestión. Este detalle muestra hasta que punto los personajes están bien construidos, como en los filmes de Ford, donde Luppi podría ser un trasunto del buen juez Priest - de "El sol siempre brilla en kentucky"- preocupado por su rebaño de ciudadanos, los cooperativistas en en filme de Aristarain. Y la excelente BSO corona este filme, una BSO lánguida y emocionante.

Es imposible no ver el filme con un nudo en el estómago y que tras su revisión, no se te enrojezcan los ojos, como en los filmes de John Ford. Esos silencios que dicen tanto, esa amargura ante la realidad, esa tozudez ante el abuso y la injusticia, esa creencia en que el mundo en que vivimos puede ser mejor si se pelea por él...

Gracias Aristarain, gracias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Quinto Sertorio
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