Al igual que los personajes lucen unos envoltorios -sus cuerpos, a los que llaman fundas- que son intercambiables, "Altered carbon" es una serie que, estéticamente, se ha apoderado de otras series, animes y películas, sin desarrollar una personalidad propia. Nos parecerá que estamos viendo "Blade Runner", con sus vehículos volantes, su estética cyberpunk de cine negro, sus paradas de comida oriental en calles concurridas, sus neones, su vicio e incluso alguna foto. También reconoceremos aspectos y conceptos de "Ghost in the shell", tanto el anime como la película, del anime "Alita" como esa élite alejada de la superficie que lanza cuerpos a la superficie, y en cuya adaptación al cine, un año después de la serie "altered carbon", estuvo involucrada la creadora de ésta, Laeta Kalogridis. También reconoceremos aspectos vistos en "Elysium", como esas castas soberbias, quasi inmortales en un mundo decadente. Y como en todas las series "adultas" de televisión, nos regarán los episodios de abundantes desnudos integrales femeninos y alguno masculino, que en muchas ocasiones no vendrán a cuento, y todo ello con temas escabrosos, sexo no normativo y violento, fantasias sexuales, perversiones y demás zarandajas.

El guión es demasiado embrollado y ambicioso. Tras unos primeros episodios confusos, la serie empieza a tomar forma e interés, cuando se va despejando la línea argumental y se fijan los personajes, pero su presumible gran final queda en un petardazo. Y es que resulta cansino ver al protagonista pidiendo a su némesis que no haga lo que hace. Los anti-héroes no imploran, actúan. Y es que el personaje principal, el tal Kovacs, es un poquito leguado remojado. Hay episodios en los que es brutal y arranca cabezas, pero en otros parece un teletubbie, todo bondad y lloros. El resto de personajes secundarios tampoco son demasiado desarrollados y le resultan poco útiles. La "chica", encarnada por la Higareda, es la típica policía standard de todos los buddie movies, aunque generosa en sus desnudos, eso sí. Toda la trama conspiranoica es confusa, mal explicada y peor desarrollada.

Como en cualquier filme de cine negro de los años 30, tendremos una reunión de sospechosos con el investigador, donde se podrán las cartas boca arriba, y ayudarán al espectador que se haya despistado con tantas subtramas. Pero la sensación es que el origen de la serie, la investigación de un asesinato, no deja de ser un mero macguffin para introducirnos en este universo.