Aunque fueron muy propias del cine español en los años de Franco, las dobles versiones se producían para mostrar escenas eróticas -generalmente sexo y desnudos- que se censuraban en los países de origen de los filmes. Casi siempre afectaba a las películas de terror a las que, debido al erotismo insinuado de los filmes de la Hammer británica, se daba rienda suelta en estas producciones. El hombre lobo de Paul Naschy tuvo sus dobles versiones, mostrándonos los encantos de las protagonistas femeninas, en escenas ingenuas y completamente innecesarias, puestas en el filme para satisfacer a adolescentes mirones.

Y Santo también las tuvo. El ejemplo más famoso es este "Santo en El tesoro de Drácula", típica producción del enmascarado de plata, donde su genialidad como científico - Santo era la versión mexicana de Doc Savage- creaba una máquina del tiempo que permitía a los cuerpos trasladarse a sus encarnaciones pasadas, algo que veremos en el videojuego "Assassin's Creed". En ese viaje descubrirán que Drácula llegó a México y se dedicó a morder a chicas voluptuosas de grandes pechos. Así en la versión censurada aparecen con unos camisones pero en la versión "adulta" aparecen desnudas, parcial o integralmente, para regocijo de los espectadores. Y es que el film sin censurar, se rescató del olvido en 2011 bajo el título "El vampiro y el sexo". También la protagonista, mientras es mordida por el vampiro, despechugada, disfrutará del placer sexual que le proporciona el Conde de marras. Todo esto desaparecerá en el filme censurado.
Curiosamente el filme estrenado en 1968 fue en B/N mientras que el de 2011 es a color.
El argumento es de película de los años 50. La máquina del tiempo diseñada por Santo es una mezcla del armario del tiempo de Mortadelo y Filemón y de la máquina de la teleserie americana "El túnel del tiempo", dos años anterior. Santo es acompañado por un asténico graciosillo que lleva un cadenón de oro con el dólar, cual rapero estadounidense. Una especie de mascota. El tramo en el pasado está lejanamente inspirada en la novela de Bram Stoker, no obstante, no desmerece a cualquier film de la Hammer. En el tiempo real, Santo se arremangará y se pegará con los secuaces de un listillo, todo ello relacionado con el título del filme. Hay bastante ambientación y en general resulta entretenidilla. Santo se prodiga poco en el ring, lo que ayuda a no perder ritmo al filme. De los de Santo, es de los mejorcitos.

Y si se tiene que elegir entre las dos versiones, olvidando el color, yo me quedaría con la inicial, puesto que las escenas de desnudos son superfluas e impuestas, no aportan nada a la trama salvo alegrar la vista de algunos.