"What Women Want" es imperfecta pero no evita que el filme sea de lo más disfrutable, tal como la escena de Nick bailando sólo en su departamento al compás de las frases de Sinatra. La historia comienza con una premisa interesante sobre un hombre soltero y un tanto grosero, a quien el destino le pretende dar una lección, permitiéndole saber qué piensan las mujeres; y si bien la lección al final no se aprende, esto hará que la película nunca pierda el flujo del entretenimiento.

LO BUENO:
-Mel Gibson y Helen Hunt como protagonistas; no es que alguno de los dos ande mereciendo un Óscar, pero cuando se trata de lo agradables que son, esto es indudable. Mientras Gibson se intenta separar de sus típicos papeles, ("El Patriota", "Bravehearth", "Arma Mortal"), con uno de esos roles que siempre buscan enaltecer la imagen de un actor, Nick es una buena pieza de entretenimiento para Gibson cuyas intervenciones son, por momentos, ridículas y cursis, y por otros, honestas y simpáticas.
Por su parte, Hunt, (que ya se está convirtiendo en una de mis actrices de preferencia), hace bien su parte gracias, no tanto a lo que dice, sino a lo que piensa; es de ella de quien más vamos a saber y, por ende, podemos apreciar sus inseguridades y sus diversos estados de ánimo.

-La música de Alan Silvestri, tan elegante, confortable y rítmica como para acompañar este baile de dos horas por Chicago.
-Que haya gags que sean puramente entretenidos y graciosos con un uso situacional adecuado.
-Que se trate, al menos, de entablar una relación entre Alexandra y su padre, trama que tiene varios desbarajustes pero que, sin importarle ser un poco tonta, termina dando algo enternecedor.

LO AMBIVALENTE:
-El estilo de dirección de Meyers, libre, extenso y elegante, se puede notar y creo que, por primera vez, uno puede sentarse a disfrutarlo sin cuestionárselo mucho... es por esto que el conflicto aparece si uno comienza a procesar
mucho lo que acaba de ver. Sí, no estamos ante un guión sólido ni hondo, pero, tal vez lo importante es pensar en la intención de los autores, y en esta ocasión Meyers y los guionistas tenían más ideas sobre una comedia romántica amena, más que sobre una cinta que dejara algún tipo de subtexto sobre lo que Freud se llevó a la tumba sin respuesta.
-Que el personaje de Marisa Tomei sea usado como una marioneta. Aparece poco y esto dificulta que sea relevante; no hay una forma en la que podemos llegar a reaccionar ante algo de lo que hace más que, como máximo, una risa. Es por esto que se la usa oportunamente a la merced del libreto.
-Que la trama de Judy Greer al final no vaya a ningún lado y sólo sea un cabo que Nick debía de atar y no un problema de asocialidad y sueños frustrados. Ni siquiera era tan necesario que nos contaran esta parte.

LO MALO:
-Que, mayoritariamente, no haya mucho conflicto para Nick, a quien siempre vemos en las situaciones más favorables y provechosas, cosa que impide que su personaje puede ser más humanizado de lo que, en un principio, era, (parece que el rol de Gibson como productor tuvo su recompensa). Con esto la película podría llamarse "Lo que Nick quiere".
-El tercer acto, que cierra con su escena de ocurrentes diálogos pero muy pocas emociones, se asemeja más a una farsa sentimentalista y no a algo más franco y original.

En definitiva: Tiene sus defectos, como ser demasiado ligera, cursi y, hasta, torpe por momentos; sin embargo, una cosa no quita la otra, y aquí Gibson y Hunt se lucen de pies a cabeza en algo cuya "disfrutabilidad" se mide en cuánto te cuestiones lo que estás viendo.

.Calificación: 7.1/10