Si fuiste adolescente en los 90, si viste las anteriores, si te reíste con este grupo adorable cuando eras un chavalillo...entonces te encantará, te reirás, reconocerás los buenos golpes, volverás por un par de horas a ser aquel adolescente que hacía cola en el cine para ver American Pie...Pero si no viste nunca la saga, si no conoces ni te suenan los protagonistas... quizás no entiendas de lo que hablo....ni te guste la película.
Me gustó porque he crecido con ellos, y ahora al reencontrarlos, veo que también ellos han madurado, han crecido, se han casado, tienen hijos...se reencuentran y vuelven a intentar ser lo mismos...pero con una moraleja genial: ya no somos los mismos, ya no podemos volver a ser los que eramos.
Me encantó el final, el reconocer que ya nada volvería a ser como era, aunque se intente, aunque no esforcemos, porque la vida sigue su curso, y las cosas cambian...Sigamos siendo amigos!! Pero hemos madurado! Se siente uno tan identificado...la nostalgia de los amigos, las locuras, la adolescencia...y cuando nos reunimos, todos queremos revivirlo.. pero hay algo que no termina de arrancar dentro de nosotros, y al final nos conformamos con emborracharnos juntos y partirnos de risa recordando todas aquellas anécdotas, y de esta manera sentimos que seguimos siendo nosotros y nos sentimos conectados...sabiendo que ya nada volverá a ser lo que fue.