Sólo por estar en un mercado donde es tan difícil salirse de la norma, de lo establecido, y del producto fácil y rentable, merece un 8 de 10.

Sólo por su fotografía, merece un 8 de 10.

Sólo por transmitir tan certeramente el cansancio y desesperación de dos personas perdidas en el desierto, mediante tu propio cansancio y desesperación al ver esas largas escenas, merece un 8 de 10.

Los que opinan negativamente podrían decir lo mismo del arte contemporáneos: que no tiene ningún mérito, que es aburrido, o que te venden un cuadro en blanco como arte.

En mi opinión, comparar este ejercicio de valentía y belleza visual, a pesar de su lentitud, con "Las albóndigas en remojo 3" y ponerle la misma nota, es como comparar a Andy Warhol con el que pinta caricaturas mal hechas en la feria.

En un mundo totalmente invadido por los productos cuyo resultado ya se conoce de antemano, con historias ya conocidas desde siempre, y personajes totalmente predecibles; un producto artístico como éste, tan distinto e incluso a pesar de no tener casi historia, merece todo mi respeto.

Una pena que Gus haya vuelto al "mainstream" con el predecible producto oscarizado de "My name is Harvey Milk". Ahí me ha decepcionado. Ya llevo vistas 3 de las películas oscarizadas este año (Slumdog Millionaire, el Curioso Caso de Benjamin Button, y The Wrestler), y todas me han gustado, pero en todas tengo la nefasta sensación de que sus directores se están haciendo mayores, y buscan más la facilidad y el apoyo del público con historias fáciles, que enfrentarse al verdadero problema del artista: hacer lo que realmente le gusta sin importar las ganancias económicas.

Por favor señores, un respeto a los verdaderos artistas que no buscan dinero fácil....