En Arrugas he visto paso por paso la vida de mi abuela en sus últimos momentos. La película es una joya que te mantiene al borde de la lágrima durante todo el tiempo y que te hace valorar, con gracia a veces, con nostalgia, otras, lo mucho que le debemos a nuestros mayores y lo poco que nos acordamos de ellos algunas veces.

El guión estupendo, la música maravillosa y una muy sencilla y cuidada animación acorde con la historia.

Verás cuando le diga a mi mujer, que se dedica a cuidar a mayores con Alzheimer, que no me he podido resistir y la he visto sin ella. Pero me haré el sueco. No me importaría para nada verla otra vez.