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Voto de Mimi:
4
12 de diciembre de 2022
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi principales motivos para verla fueron las pocas veces que voy al cine porque éste me encanta pero no la cartelera habitual, Ralph y Anya (suelen hacer papeles agradecidos y da gusto verles). Por eso medio me gustó, porque no me la tomé en serio. Recomendable si toleras humor macabro y te quieres entretener un rato sin exigencias.
Me encanta el planteamiento de poca gente en prácticamente un solo espacio, y la elegancia y el presupuesto se notan en toda la película.
Tengo la sensación de que a mitad de la película se empieza a hacer redundante porque no parece querer salir de la idea que plantea: satirizar la alta cocina y lo que conlleva (arte conceptual que a veces a nadie importa más que al chef, precios desorbitados, sacrificio para conseguir la perfección…).
Los diálogos me parecen bastante simples, como si el espectador fuera tonto y hubiera un trasfondo de “Te recordamos que esto es una sátira”. El personaje del novio protagonista, por ejemplo, es de vergüenza ajena (cada vez que abre la boca se supone que hace gracia, pero casi siempre resulta indigesto).
Me gusta el humor negro, y no me importa que “se pasen de la raya”, pero el principal problema que veo es la extremada asepsia en el equipo de cocina. Una cosa es ser contenido o hermético y otra cosa quedar plano (incluido el chef, aunque no es cosa de los actores). Con todas las locuras que suceden, no me creo que éstas salgan de este equipo de cocina y además así de repente; no hay cocción previa que acabe sacando el jugo consecuente (las locuras). Diría que la película en sí es un ejemplo de personajes (sobre todo los clientes) al servicio de la idea principal, que se comportan por lo general bastante sinsentido, encorsetados y sacrificados por dicha idea. Entiendo que sea la intención por la crítica que hace: el chef habla y los clientes dan igual. Pero esto hace que me den todos bastante igual.
Me encanta el planteamiento de poca gente en prácticamente un solo espacio, y la elegancia y el presupuesto se notan en toda la película.
Tengo la sensación de que a mitad de la película se empieza a hacer redundante porque no parece querer salir de la idea que plantea: satirizar la alta cocina y lo que conlleva (arte conceptual que a veces a nadie importa más que al chef, precios desorbitados, sacrificio para conseguir la perfección…).
Los diálogos me parecen bastante simples, como si el espectador fuera tonto y hubiera un trasfondo de “Te recordamos que esto es una sátira”. El personaje del novio protagonista, por ejemplo, es de vergüenza ajena (cada vez que abre la boca se supone que hace gracia, pero casi siempre resulta indigesto).
Me gusta el humor negro, y no me importa que “se pasen de la raya”, pero el principal problema que veo es la extremada asepsia en el equipo de cocina. Una cosa es ser contenido o hermético y otra cosa quedar plano (incluido el chef, aunque no es cosa de los actores). Con todas las locuras que suceden, no me creo que éstas salgan de este equipo de cocina y además así de repente; no hay cocción previa que acabe sacando el jugo consecuente (las locuras). Diría que la película en sí es un ejemplo de personajes (sobre todo los clientes) al servicio de la idea principal, que se comportan por lo general bastante sinsentido, encorsetados y sacrificados por dicha idea. Entiendo que sea la intención por la crítica que hace: el chef habla y los clientes dan igual. Pero esto hace que me den todos bastante igual.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
-Me gusta la estructura que va por platos, y el principio es muy bonito con el tema del barco que va hasta el restaurante y enseñándoles las instalaciones.
-Superchula la idea de las tortitas con imágenes comprometidas de la vida de los clientes, pero se esfuma al poco.
-Me ha hecho mucha gracia la escena en que el novio cocina cordero con verduras y el chef lo acusa de falta de cochesión: es exactamente lo que ocurre con la película: ingredientes de primera calidad, pero cocinados a la mecagüendiez no consiguen que el conjunto acabe de funcionar más allá de la impresión de haber pasado un rato en una atmósfera extravagante en la que cuenta el envoltorio y no la calidad del producto.
-Superchula la idea de las tortitas con imágenes comprometidas de la vida de los clientes, pero se esfuma al poco.
-Me ha hecho mucha gracia la escena en que el novio cocina cordero con verduras y el chef lo acusa de falta de cochesión: es exactamente lo que ocurre con la película: ingredientes de primera calidad, pero cocinados a la mecagüendiez no consiguen que el conjunto acabe de funcionar más allá de la impresión de haber pasado un rato en una atmósfera extravagante en la que cuenta el envoltorio y no la calidad del producto.