Película del director de cine y televisión inglés Tim kirkby, La última mirada, una comedia de acción que se queda corta en lo que quiere conseguir.

Charlie Waldo (Charlie Hunnam), un expolicía retirado que ahora vive una vida austera, alejado de la civilización, recibe la visita de una antigua novia Lorena (Morena Baccarin). Esta le hace una propuesta para que regrese como investigador, para que saque de aprietos a una estrella de cine que ha sido acusada de asesinato.

La película, que inicia con una crítica a la explotación de los recursos naturales del planeta, tenía buen potencial para ser divertida y entretenida, pero no lo consigue, ya que la trama no es muy clara y los elementos que la componen no se acoplan muy bien. Hay muchos personajes sueltos que no se define con claridad cuál es su función en la historia o que aportan a esta realmente.