Oriol Paulo hace su debut en la dirección con esta inquietante película de suspense en la que todo gira en torno a la desaparición del cadáver de una mujer (Belén Rueda) y la posterior investigación encabezada por un depresivo policía (Coronado) cuyas sospechas se dirigen hacia el marido de la víctima (Hugo Silva).

Si bien la película no aporta nada nuevo al género, no es menos cierto que la trama te mantiene enganchado en todo momento planteándote cuestiones y manteniéndote alerta hasta su sorprendente final, que no debes dejar que te desvelen antes de verla.

El director cumple en su debut ayudado por un elenco en el que nadie destaca en exceso, pero en el que tampoco chirría ninguna interpretación, lo cual es muy de agradecer.

Buena propuesta de cine de género servida con una más que correcta factura técnica y que supone un paso al frente para animar al respetable a que consuma más cine español, siempre y cuando sea de calidad.

Nota:5.