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Voto de La Mente Maestra:
8
Drama En Jerusalén el joven y ambicioso centurión romano Clavius recibe, por parte de Poncio Pilato, prefecto de Judea, la misión de investigar la misteriosa desaparición del cuerpo de Jesús, un predicador nazareno crucificado hace tres días, y los crecientes rumores sobre su resurrección. (FILMAFFINITY)
27 de marzo de 2016
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kevin Reynolds mediante una nueva perspectiva realiza una película que se quedará en la historia del cine como un clásico de Semana Santa. Lo interesante es que te cuenta una historia diferente, una historia poca conocida. No se basa en los capítulos de la Biblia súper explotados como el nacimiento, la infancia y los últimos años de Jesús, si no se basa en los pasajes desconocidos de la Biblia, aquellos que nadie te cuenta, ¿Jesús luego de resucitar qué hizo, regreso al cielo el mismo día, se tomó algunos días, qué hizo? Lo que muy pocos saben es que luego de resucitar Jesús vivió cuarenta días, de los cuales tuvo algunos momentos con sus discípulos, con la gente y la mayor parte del tiempo se la pasó caminando en el desierto.

Y es que con morir crucificado no bastaba, la fe traspasó el tiempo y se hizo más fuerte por una razón: la resurrección. No había mayor demostración de divinidad que la vida eterna. Es por eso que no solo los romanos no querían que nadie entre a la tumba de Jesús si no también los mismos sacerdotes judíos, aquellos que lo odiaban y creen, hasta ahora, que Jesús no fue un salvador si no fue un simple loco, un payaso popular. Todas las películas de Jesús terminan con la muerte y resurrección de Jesús, pero después de eso hubo muchas trabas, como las que acabo de contar y es más, poco tiempo después se dio la orden de asesinato a todos los cristianos en Roma.

Con respecto al reparto, contaron con una Maria Magadalena (María Botto) muy guapa pero creíble con respecto al personaje. Jesús fue personificado por Cliff Curtis, de lejos fue el Jesús más feo y diferente en todo sentido, hasta parecía hindú más que judío. Y como siempre el protagonista tenía que ser el más atractivo de toda la película: Joseph Fiennes protagoniza al tribuno romano. Este personaje era un tipo de treinta años, atlético y con una barba bien cuidada. Por otro lado, todos realizaron un buen performance, en promedio estuvieron más que aceptables, ni muy soberbios, ni muy flojos.

Tal vez la película no haya contado con los millones de productoras como Metro Goldwyn Mayer o 20th Century Fox, ni tampoco tuvo los mejores efectos visuales ni sonoros, pero el guión bastó para hacer que no sea olvidada, como las miles de películas mediocres de estos tiempos. Esta película vivirá eternamente en el mundo del cine.
La Mente Maestra
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