Cuando me enteré de que Pixar iba a hacer una película ambientada en el Día de los Muertos en México, lo primero que me vino a la cabeza fue "La novia cadáver". El film de Burton conseguía una magnífica contraposición entre el mundo oscuro de los vivos y el mundo colorido de los muertos. La influencia en este aspecto en la película es clara: en "Coco" se nos muestra un mundo de los muertos también muy vivo y colorido (esta será la parte que más enganche a los pequeños con las disparatadas aventuras que suceden en él, con alebrijes para todos los gustos). Pero Pixar sabe muy bien como manejar a su público adulto y lo hace magistralmente en la primera parte de la película, con un recorrido a través del folclore mexicano ensalzando los valores de la familia (Cry Alert!). Es increíble como ha sido captar la esencia de las tradiciones y como se reflejan en cada fotograma. La historia te atrapa desde lo sentimental y te arrastra como una hoja desde el mundo de los vivos hasta el de los muertos como una suave brisa. Cuando quieres darte cuenta ya estás muerto y recorriendo las calles del "Más Allá" acompañando a Miguel y su alocado perro en busca de un sueño. La música es la clave y han conseguido darle el protagonismo que se merece, con unas canciones inspiradas en rancheras, pero adaptadas al pop actual en demanda, como la lacrimógena "Recuérdame" y la divertida "Un poco loco". Sin duda nos encontramos con la película más Disney de Pixar (sin perder su esencia, avalada por una casi impecable filmografía), pues bebe los vientos de todos los ingredientes que le han funcionado durante décadas a la factoría del ratón: una animación soberbia, unos fondos increíbles, una música maravillosa y un guión bien hilado y resuelto.

En estos tiempos, en los que Pixar también se ha sumado a la campaña de Disney de torturarnos con secuelas de todos sus éxitos (acaban de estrenar Cars 3, y en los siguientes años vendrán Toy Story 4 y Los increíbles 2), y en los que parece que se han quedado sin ideas originales (no hay películas nuevas a la vista que no sean secuelas), Coco se presenta como una gota de agua en el desierto. Una sola, como la lágrima que mínimo se te escapará viéndola, pero inolvidable.