Erase una vez unos ingenuos niños que creían que cuando perdían algún diente de leche, un ratoncito llamado Pérez les dejaba unas monedas bajo la almohada a cambio de ese diente...

...Bla, bla ,bla... ¿Qué pasaría si en lugar de un inocente ratoncito fuera un hada horrorosa y cabreada y en vez de tus dientes quisiera tu cabeza? Pues que nos daría como resultado esta mini (83 recoletos minutos) inquietante película. Y es que tras esta facilona premisa (eje y motor del film, no nos engañemos), existe una oscura historia que te permite comprender por qué Matilda (o la que quiere algo más que tus dientes) quiere acabar con todo bicho viviente que pulula por Darkness Falls.

Por otro lado, los protagonistas no son los típicos pedantes que se suelen pasear por los fotogramas de este tipo de films americanos (estereotipados al máximo), sino que son presentados desde su niñez y ya conoces sus miedos cuando comienza la acción. Emma Caulfield (la alocada Anya de "Buffy, cazavampiros") está simplemente deliciosa en su papel de sufrida hermana y Chaney Kley y Lee Cormie parecen estar viviendo una auténtica pesadilla (a pesar de dormir muy poco).

En mi humilde opinión, si quieres pasar un mal rato y te gustan las pelis con fantasmas monstruosos y vengativos, esta no te defraudará en absoluto.

P.D.: Si eres de los que aún sigue mirando debajo de la cama o tienes la sensación de que hay alguien observándote cuando estás a oscuras, debes verla con receta de quien te lava los calzones o bajo tu propia responsabilidad. ¡Avisado quedas!