La segunda entrega de Piratas del Caribe no pretende ser mejor que la primera, y ni siquiera pretende igualarla. Es más: incluso ha sido peor. Pero por ello, no le voy a negar su afán por entretener como Dios Manda en una película de aventuras de cabo a rabo. Esta segunda entrega es , como se suele decir, una gran película de verano. La película no aburre, aunque su guión alarga situaciones completamente innecesarias ( la isla de los Pelegostos ), y los actores están en un gran estado de gracia ( incluido Orlando Bloom, que me ha sorprendido en esta entrega ), aunque esta vez Johnny Depp no me ha parecido lo mejor de la pelicula ( aunque sigue estando excelente ), sino un soberbio Bill Nighly ( sin duda el mejor personaje ( Davy Jones ), y la mejor interpretación del reparto ). Pero su problema ( además de una horrible Keyra Knightley ) es que , como no les da tiempo de resolver cada una de las historias, va y nos meten otra tercera parte donde , se supone, se resolverá todo. Y la pregunta es ¿ qué pasa en en esta segunda parte ? Pues no mucho la verdad, pero no voy a negar que me entretuvo mucho durante toda su duración.