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Voto de Campillo:
9
Drama. Fantástico George Bailey (James Stewart) es un honrado y modesto ciudadano que dirige y mantiene a flote un pequeño banco familiar, a pesar de los intentos de un poderoso banquero por arruinarlo. El día de Nochebuena de 1945, abrumado por la repentina desaparición de una importante suma de dinero, que supondría no solo la quiebra de su banco, sino también un gran escándalo, decide suicidarse, pero cuando está a punto de hacerlo ocurre algo extraordinario. (FILMAFFINITY) [+]
5 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ver esta película tenía el temor a que fuese demasiado ñoña, como algunas de las películas de Steven Spielberg, en las que te destroza la película en los últimos 15 minutos. Tampoco había visto ninguna película de Frank Capra antes de ésta, por tanto no sabía qué me podía encontrar. Pero una vez empezó la película me quedé completamente enganchado a ella. Con un arranque impresionantemente arriesgado, moderno e innovador. La presentación del personaje al que da vida James Stewart es sencillamente genial. No se le puede dar más carisma a un personaje, algo que parece fácil pero que no lo es en absoluto. Aunque no es el único, cada personaje que aparece en película aporta algo, no hay prácticamente un personaje hueco. Puede parecer, y seguro que muchos la criticarán por ello, que el personaje de James Stewart (George Bailey) sea demasiado bueno y el de Lionel Barrymore (Henry F. Potter) demasiado malo, pero nada más lejos de la realidad. Son personajes que son como son porque las circunstancias de la vida les han llevado a ser así. George Bailey madura a base de golpes, le toca asumir responsabilidades a una corta edad aunque tenga otros sueños. Mientras que Henry F. Potter representa en lo que se ha convertido la sociedad por culpa de un capitalismo extremo, que extermina a la competencia y no admite el pequeño y familiar negocio de antaño. Vemos que Bailey intenta por todos los medios frenar ese tipo de mundo al que va encaminada la sociedad de postguerra, pero desgraciadamente le es imposible. Cuando no ve otra salida, George Bailey decide que lo más sensato es quitarse la vida, ya que así se solucionarían todos sus problemas, pero es ahí cuando surge la magia de Frank Capra. Dios envía un ángel bastante incompetente y ridículo, pero que le enseña cómo hubiese sido la vida en el pueblo si él no hubiese nacido (una de las técnicas más innovadoras de la historia del cine a la hora de contar una historia). Probablemente todos nosotros en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido solos, o hemos pensado que si no estuviésemos en este mundo nadie notaría la diferencia, o que incluso las cosas les irían mejor a la gente de nuestro entorno. Eso es lo que piensa George Bailey, pero descubre que se equivoca, que probablemente sin él muchos de sus seres queridos no serían quienes son hoy en día y que la sociedad sería mucho peor de lo que es. Bailey es un verdadero héroe. Los héroes de verdad no suelen tener reconocimiento, sólo se les reconocen sus méritos cuando ya no están, cuando se les echa en falta y descubrimos todo lo que nos aportaron. Esta película te devuelve la fe en la vida, te da motivos para creer que merece la pena vivir y que al final tus actos tienen un sentido y una importancia, pese a que en muchos momentos tengas que sacrificar aquello que más deseas por el bien de otros. Es una película que te cambia la vida y te hace ser mejor persona. Y si además amas el cine, te emociona. Gracias Frank Capra por hacerme feliz y hacerme creer que el mundo puede ser un lugar maravilloso.
Campillo
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