He aquí una película que nos cuenta una historia tan curiosa y novedosa como emocionante sobre dos supervivientes (¿o uno solo?) de Auschwitz. Y es una vergüenza que críticos españoles muy respetables la desdeñen, seguramente por no encontrarla demasiado aburrida. Pero allá ellos, pobrecitos, que son meros esbirros del establishment (en español, cotarro) cultural y ni siquiera lo saben.
Nadie que se afane por buscar una película realmente apasionante, en la anodina producción actual, deber perderse ésta, que además de lo dicho, cuenta con la ventaja de unas interpretaciones memorables y una duración justa.
Esta película no tiene ni solo un segundo en que el espectador tenga ocasión de distraerse.