La película inaugural de Sitges estuvo a la altura de las circunstancias, y no por su impresionante apartado técnico, si no por su bonita y bien elaborada historia. Quizás es este punto el menos esperado de la ópera prima de Kike Maillo, ya que la primera sensación que daba la película es que nos encontraríamos con un film repleto de efectos visuales pero algo vacía en su fondo, pero finalmente no ha sido así, Eva es una mas que interesante propuesta salida de esa gran fábrica de talento que es la ESCAC de Barcelona. A destacar también un reparto a la altura, con especial atención en la niña protagonista, una prometedora Clàudia Vega.