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España España · Pamplona
Voto de Asier Gil:
6
Drama. Thriller Basada en la historia real del periodista estadounidense Gary Webb, que puso en evidencia las conexiones de la CIA con el mundo de la droga, y demostró que los barrios negros del país fueron inundados de crack mediante un narcotráfico destinado a abastecer de dinero y armas a la CIA. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2019
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Valiente es aquel al que un hallazgo lo obliga a viajar a Nicaragua para buscar sus raíces en una cárcel envenenada de corrupción. Entereza es liderar el cuarto poder sabiendo que el Gobierno y sus servicios secretos harán lo que sea para cerrarte la boca. Coraje es el periódico regional que se enfrenta a los grandes medios nacionales que tratan de desacreditar a su periodista por no haber sido ellos los que encontraron el agujero negro. No les voy a engañar. Esta es una historia real: el diario de provincias claudicó; la administración desató su habilidad para silenciar a personas; y aquel valiente, solo pero con el arresto de unos valores inquebrantables, se lanzó a contar al mundo cómo la sociedad había sido utilizada de forma deplorable. Por eso se hizo merecedor del Premio Pulitzer. Pero recuerden que se trata de una historia real. Y a veces la realidad baja el telón con dos tiros en la cabeza. Es lo que en la CIA se conoce como suicidio.
'Matar al mensajero' aborda la vida de Gary Webb, un reportero del San Jose Mercury News que descubrió que el Gobierno estadounidense había permitido que la droga arrasara los barrios desfavorecidos de Los Ángeles y otras ciudades para costear las armas enviadas a la Contra, en un intento de frenar el comunismo en el continente. El filme, mezcla de 'thriller' periodístico y película biográfica, relata asimismo las presiones que sufrió Webb y cómo afectaron a sus relaciones familiares.
Dirige el proyecto Michael Cuesta, realizador bragado en series televisivas como 'Homeland' o 'Dexter', y que exhibe su gran pericia a la hora de mantener la tensión y la intriga, gracias también a un guion de Peter Landesman que condensa sabiamente todos los reportajes que publicó Webb en breves encuentros con sus fuentes. Cuesta plasma en imágenes la trama, ágil y concisa, sin contar con artificios efectistas que menosprecien el argumento. Aunque no hubieran minado su puesta en escena ciertos toques de acción, y pese a no aportar nada nuevo al género, el filme demuestra que el pulso narrativo del director estadounidense es muy notable, ya que atrapa al espectador centrándose en las averiguaciones periodísticas, y solo patina al final, cuando bucea demasiado en la vida personal del protagonista y edulcora su figura, elevándola a la categoría de héroe. También hubiera resultado positivo potenciar algunas subtramas que piden a gritos más metraje, pero Cuesta y Landesman solo explican el periplo de Webb con fugaces apariciones de personajes secundarios, por lo que el ritmo se mantiene alto y el interés nunca decae.
La apuesta de centrarse en el protagonista se revela ganadora gracias al trabajo de Jeremy Renner. Tras su paso por franquicias comerciales, aporta convicción, magnetismo y empatía en uno de sus mejores papeles. Comedido en los primeros compases, desata su explosión cuando el personaje se viene abajo acuciado por las presiones de los poderes fácticos y la separación forzosa de su familia. Renner sustenta las escenas en las que parte del reparto zozobra, pero su excesivo carisma evita en otras el lucimiento de sus compañeros.
Con reminiscencias a 'Todos los hombres del presidente', 'El informe pelícano' o 'El dilema', el filme se adentra en las cloacas del sistema y arroja luz en los oscuros procederes del Gobierno y en las debilidades del periodismo. No hay visión novedosa, pero la trama está cuidada y el resultado es satisfactorio.

Diario de Navarra / La séptima mirada
Asier Gil
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