Una cosa es hacer buen cine de acción, que a la vez sea divertido y entretenido, y otra cosa es este híbrido entre cine de acción puramente comercial con ínfulas de thriller y la comedia más empalagosamente romántica que te puedas imaginar.
La historia de por sí no tiene ni pies ni cabeza, y por supuesto no consigue enganchar al espectador como es debido, que tan sólo se limita a seguir las andanzas de un demasiado motivado Tom Cruise, que se pasa toda la película soltando testosterona a un ritmo frenético, en una de sus peores actuaciones. Además aquí se codea con una actriz más que deplorable, como es Cameron Díaz, que se limita a lucir palmito, poner sonrisita de niña buena y griar todo lo que puede, cuanto más fuerte mejor.
Es una auténtica pérdida de tiempo, nada recomendable. Ya ha sido demostrado con ese súper pinchazo en taquilla a pesar de su muy elevada promoción.

Mi nota: 4.45