Es curioso que la película expone de manera explícita algo que solemos tener todos en nuestro interior aunque a veces los exteriorizamos mas o menos según se dé la situación. Estoy hablando del prejuicio, del chisme, de las mentiras, de subestimar e incluso humillar lo que no conocemos, lo que nos da vergüenza y lo que aparentemente parece un excremento. En esta ocasión nos encontramos con un cartel, elenco y sinopsis para criticar y humillar además de prejuzgar pero la película expone de manera divertida, amena y graciosa a modo de sátira la sociedad norteamericana con todos los tópicos y estereotipos que hay por haber en un instituto en la edad más hormonal. Mark Waters coge a Tina Fey quien adapta un libro juvenil para exponerlo de la manera más rompedora y extravagante además de entretenida para absorbernos en una trama simple, típica pero desternillante. Cada personaje se gana con los minutos que van pasando y cada situación va siendo cada vez más típica y nos identificamos con cualquier situación que acontece. Bordan sus papeles tanto Lohan como McAdams en sus roles de protagonista y antagonista. La envidia, los celos y las mentiras abundan además del perdón y la redención pero también desgraciadamente aunque generaliza bastante es fruto de la triste realidad aunque nos riamos en muchas situaciones. Sin duda Chicas malas es película de culto y con razón, porque nada puede sorprender más que una película con un cartel a lo High School Musical con American Pie televisivo para darnos una joya del cine para adolescentes donde la crítica y la madurez afloran constantemente y aunque a veces duele también divierte. Realmente sorprendente.