Metemos en una batidora a los films de James Bond, a las dos entregas de Austin Powers y la película títulada Alex Rider: Operación Stormbreaker y el resultado que nos sale es Kingsman: Servicio Secreto. Una cinta muy entretenida, la verdad sea dicha. Bueno, siempre hablando en el terreno personal, pero me lo he pasado muy bien. La he disfrutado de principio a fin. Esta es la cuarta película que veo de este director, de Matthew Vaughn. Está basada en el cómic homónimo de Mark Millar y Dave Gibbons. Como curiosidad, Millar fue el creador de Kick Ass, cuya traslación a la gran pantalla puso en marcha el propio Vaughn con el título de Kick-Ass: Listo para machacar (2010). No sé nada del cómic o novela gráfica en cuestión, pero por lo que respecta al largometraje me ha resultado muy notable. Con unos muy decentes créditos inciales que funcionarían la mar de bien en tres dimensiones.
El reparto es muy bueno, en el que podemos ver a un caballero como Colin Firth, un actor que lo hace muy bien, interactuar en una misma escena con veteranos de la talla de Michael Caine. Además, cuenta con la presencia de Samuel L. Jackson, que en su manera de hablar me ha recordado a la del actor Christopher Mintz-Plasse en la mencionada Kick-Ass. Entre los jóvenes actores, debo decir que ha sido muy acertada la elección del actor Taron Egerton que interpreta al pandillero Eggsy. Creo que no había visto nada de este chico. Y se ha sabido desenvolver a la perfección en todas las secuencias en las que a intervenido. Destacar también a la amiga del chico protagonista, Roxy, la actriz Sophie Cookson.
Esta película sí que me ha instruido, señor Vaughn. Gracias. Es lo que necesitaba. Evadirme de la realidad. Me ha hecho olvidar al mundo exterior durante más de dos horas. Parece como si ya formara parte de los Kingsman. Para los que queráis verla, os la recomiendo. Os lo pasaréis muy bien. Os lo aseguro. Mi nota final es de 9/10.