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Voto de Barón Vadeaux:
7
Acción. Romance. Fantástico Corre el año 859 d.C. y la dinastía Tang, una vez floreciente, ha entrado en decadencia. El malestar se extiende por todo el país, y el corrupto gobierno tiene que enfrentarse en todas partes con ejércitos rebeldes. El más poderoso es el de la "Casa de las Dagas Voladoras", que se está haciendo cada vez más fuerte gracias a un nuevo y misterioso líder. Dos capitanes, Leo y Jin, reciben la orden de capturarlo y para ello elaboran un ... [+]
20 de mayo de 2006
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo cierto es que para mí "La casa de las dagas voladoras" fue ciertamente una decepción. Conociendo el antecedente (Hero) y sabiendo que Zhang Yimou tiene grandes películas, esperaba de esta una calidad similar a la de su antecesora, aunque tal vez algo menor por no contar con los mismos actores (no es que no me gusten Kaneshiro, Zhang y Lau, pero a la pareja Maggie Cheung-Tony Leung no los supera nada).

Tratar esta película- como la han tratado otros- de "demasiado parecida a Tigre y Dragón" es un error. En el cine y la literatura chinos existe el llamado género del wuxia-pan, que para que nos entendamos, son las historias de artes marciales, y el hecho de que no hayan llegado aquí demasiadas salvo Tigre y Dragón no quiere decir que no las haya habido antes ("Ashes of Time" de Wong Kar-Wai es de 1994, por ejemplo).

Pedanterías sobre cine chino a un lado, lo cierto es que "La casa de las dagas voladoras" es una buena película del género, pero después de lo visto en Hero, la historia aquí presentada se queda corta, y el apartado visual- siendo lo mejor de la película- no logra igualar la grandiosidad de la fotografía de Christopher Doyle en Hero.

La historia falla principalmente por ser excesivamente retorcida, cuando posiblemente una historia más sencilla hubiera resultado mucho más agradable ("Ah, te haces pasar por el efebo del Emperador de China cuando en realidad eres su hermano-gemelo-asesino-mutante que se disfrazó del guardaespaldas que simulaba ser un jarrón de porcelana con ojos"). Además, la verosimilitud de la película se ve afectada por ser esta tan terriblemente exagerada. Esto no era un problema en Hero, donde las exageraciones las hacían principalmente los considerados mejores guerreros de China, pero en "La casa de las dagas voladoras", hasta Menganito y Fulano de Tal son capaces de acertar al ala izquierda de una mariposa a dos kilómetros de distancia usando una caña de bambú cual jabalina. A pesar de que cuando uno va a ver estas películas ya intenta suspender la credibilidad, en esta obra en concreto la cosa llega a extremos humorísticos, y cuesta tomársela en serio.

Sin embargo y pese a sus defectos, "La casa de las dagas voladoras" es una buena película, pero podría haber dado más de si. ¿Mi consejo? Los que puedan, que la vean antes que Hero. De esta forma no tendrán mi problema: crearse demasiadas expectativas en torno a una película que simplemente es buena.
Barón Vadeaux
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