Alguna vez, ¿has estado en un camino por el que simplemente te dejas llevar, estando pendiente de lo que sucede pero sin entender mucho que haces ahí y de repente sientes un golpe de agua helada, que te deja inmóvil y en ese instante comprendes todo? Sin duda, este corto podría ser un viaje así. Es una historia que va cobrando sentido a medida que el corto se desarrolla, que te va dejando preguntas y situaciones que no comprendes, situaciones que entenderás completamente cuando el frio del agua helada en la espalda te haga abrir los ojos, enlagunarlos o cerrarlos, eso también lo descubrirás recorriendo el camino.

Se desarrolla a través del relato de una situación familiar con la que nos identificaremos por momentos, que nos generará diferentes sentimientos y sensaciones que nos harán preguntarnos por el papel de nuestra familia en nuestras vidas y el tiempo que compartimos en el hogar sobre todo en situaciones difíciles. Es una pieza interesante donde la simpleza de su animación, encaja perfectamente con el manejo de sonidos y representaciones simbólicas que nos permiten pensar mientras se ve, para explotar de sentimientos a su debido momento. Mi invitación es a disfrutar el camino que nos propone, a pensarlo y en su momento a sentirlo, resulta increíble que los diálogos del corto, sean tan poderosos que en tan poco, digan tanto.