La vida de Adèle es una de las mejores películas que he visto. Y no porque presente un argumento complejísimo o revolucionario. Sino por la belleza que evoca cada momento que la película refleja en nuestras retinas.

Esta es una película en la cual el sexo (más concretamente entre personas del mismo sexo) no está usado con una meta gratuita o meramente "caliente". En esta película hasta el sexo es necesario y tiene algo importante que decir.
Lo que comienza con un chocante despertar sexual por parte de Adèle al enamorarse sin esperarlo de Emma, una joven de pelo azul, prosigue con un choque de trenes con sus amigos, familiares y demás allegados, por ser dos mujeres que se aman, en vez de estar con un hombre por ejemplo. Cada tiempo que pasa con ella, Adèle comienza a madurar de una manera que jamás esperaría.
Si entendemos el sexo entre personas que se quieren como una demostración plena de confianza y afecto en la relación, no hay por qué alarmarse tanto. Yo, personalmente, no contemplo como excesivas las escenas lésbicas, sino como una demostración del amor puro que las jóvenes amantes se procesan. Esta es una película para jóvenes/adultos, y por lo tanto no debe llevar una clasificación que permita el acceso a ella a público mucho más joven (digamos, de 16 ó 17 para abajo, ya que es necesario tener una edad madura para verla, tanto por su temática como por el contenido sexual), pero teniendo cuidado y sabiendo promocionarla y clasificarla, no tiene que haber barreras en contra de su proyección. Son explícitas y sugerentes, causarán probablemente tantos sofocos como admiraciones. Quizás haya quien se incomode. Pero es que es así como el sexo pasional debería ser transmitido a la pantalla, y no como un encadenado de escenas meramente "calientes" como otras producciones.

Por lo demás, la película vive más allá del sexo presentando y desarrollando un argumento con seguridad y haciendo que te identifiques con los personajes, al tiempo que también nos permite descubrir o insinuar posturas sociales acerca de la relación entre las jóvenes. La cámara está dirigida de una manera espectacular, bellamente rodada, al igual que las actrices son fantásticas y están realmente creíbles y auténticas en sus difíciles roles.

Este 2013 está dejando películas muy buenas, o por su entretenimiento, o por su poderío, o por su reflexión, o por su belleza. Y en términos de reflexión y belleza, esta película se lleva las papeletas ganadoras. Una de las mejores de este año, y de las mejores que he visto.