Ningún país del mundo, ni las peores dictaduras que aún quedan para escarnio de la humanidad, son capaces de perpetrar semejante falso canto a los valores de su nación. De nuevo dan a un país tercermundista la capacidad de organizar un ataque con decenas de comandos para tomar por asalto la Casa Blanca.
Sólo salvo, y por eso le doy un 4, la dirección de Fuqua, su buen pulso para filmar la acción, que merecería mejor guión y no semejante ridiculez.
Para que no te haga agua las neuronas, puedes entretenerte en contar a cuantos malos mata Butler, o cuántas veces aparece la bandera de los EEUU, ya sea ondeando agujereada, ya sea cayendo desde lo alto de la Casa blanca, ya sea volviendo a ondear airosa.
Es inaudito que la gente de notas elevadas a este cine fuera de americalandia, o que lo defiendan como mero entretenimiento, pues si alguien quiere ver tiros y explosiones sin sentido y al servicio de un país que no es el suyo, que se ponga un videojuego, pero no defender lo indefendible.
Dos anotaciones:
spoiler:
El papel del traidor es de lo peor que he visto en el cine en mi vida, desde su justificación moral para apoyar el ataque, a su cambio de opinión antes de morir para redimirse.
La música militar que suena en los entierros, mientras nos muestran los planos de la Casa Blanca en ruinas, y los que murieron defendiéndola... ays que se me saltan las lágrimas de risa.