Vuelve Mel Gibson al cine que lo encumbro en los años ochenta. El cine de acción, al que nunca abandonó por completo. Baste recordar que hace 3 años nos deleitó con "Vacaciones en el infierno" película más ambiciosa que "Blood father"· pero que al menos satisface el paladar del aficionado al cine B de acción.
La trama es muy manida, eso es cierto. Niña en apuros, drogadicta, que coquetea con mafiosos que ahora buscan darle caza, y debe recurrir a su padre, el habitual tipo duro que dará a los malos de su propia medicina.
Gibson da via a un veterano del Vietnam y ex-presidiario que se gana la vida haciendo tatuajes en un cutre parking de caravanas dirigido por Wlliam H Macy "Shameless"
Como curiosidad decir que por la película sale de secundaria la actriz que daba vida a Patty, la prostituta con una sola pierna de la serie "Me llamo Earl"

Lo mejor: ver a Mel Gibson repartir su ensalada de tortas y la estética a road movie de los años ochenta/noventa, con un total acierto en la elección de la moto y el desierto para rodar el final de la película. Elementos que tanto nos recuerdan a "Mad Max"

Lo peor: la falta de originalidad, y aunque deja un sabor agradable en el paladar, la película se olvida tan rápido como se ve.