Tipica obra de teatro llevada al cine que transcurre en una sala de estar. El protagonista es un profesor universitario que por primera vez en su larguísima vida decide contar a un grupo de compañeros que en realidad tiene 14.000 años. Todo ello con una cara de turista arrepentido que mantiene imperturbable durante 80
minutos.

Película religiosa que no vería mucha gente como yo de haber conocido su verdadera y delirante sipnosis: pura propaganda atea en un guión urdido con todos topicazos contra la religión (salvando al budismo, que es la que mola) y el Cristianismo...

(sigo en el spoiler porque ya no puedo aguantar más la risa)...