Media votos
7,1
Votos
104
Críticas
85
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de mce21mc:
7
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/7.png)
8,2
42.090
Comedia
José Luis, el empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia es hija de Amadeo, un verdugo profesional. Cuando éste los sorprende en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, trata de persuadir a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho ... [+]
6 de diciembre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Película con un guión muy dramático, que permite tratarlo con el humor irónico típico de Berlanga. Los diálogos están muy cuidados y el guión es austero y bien armado. La fotografía es de gran calidad y los exteriores (Mallorca, Madrid mucho menos) muy bien elegidos. En general, es una película muy equilibrada, limpiamente ejecutada y redonda.
El costumbrismo español es muy exacto, subrayando aspectos sórdidos, miserables y cutres, pero hay un optimismo sonriente por debajo, simbolizado en la radiante Emma Penella (esposa del nuevo verdugo) y su bebé, las turistas ligonas, los jóvenes bailando el twist, etc.
La crítica a la pena de muerte no es directa. Los personajes, guardias, enterradores, porteros, directores de cárcel, próceres con capacidad de recomendar, el verdugo (el viejo), etc., son simples piezas de un engranaje burocrático que existe y ninguno le planta cara. Salvo el protagonista, verdugo joven, que en realidad lo que tiene es miedo y repugnancia a matar, pero por otro lado tiene obligaciones familiares, como comprar el piso, o nido donde tiene que vivir su bebé. Retrata la España de los 1950-60, un sistema consolidado que nadie cuestiona y en el que cada cual se buscaba la vida como podía.
El costumbrismo español es muy exacto, subrayando aspectos sórdidos, miserables y cutres, pero hay un optimismo sonriente por debajo, simbolizado en la radiante Emma Penella (esposa del nuevo verdugo) y su bebé, las turistas ligonas, los jóvenes bailando el twist, etc.
La crítica a la pena de muerte no es directa. Los personajes, guardias, enterradores, porteros, directores de cárcel, próceres con capacidad de recomendar, el verdugo (el viejo), etc., son simples piezas de un engranaje burocrático que existe y ninguno le planta cara. Salvo el protagonista, verdugo joven, que en realidad lo que tiene es miedo y repugnancia a matar, pero por otro lado tiene obligaciones familiares, como comprar el piso, o nido donde tiene que vivir su bebé. Retrata la España de los 1950-60, un sistema consolidado que nadie cuestiona y en el que cada cual se buscaba la vida como podía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
He apreciado alguna influencia de Tatí, en los planos coreográficos alejados como en: Guardia civil en barca en las Cuevas del Drach de Mallorca, los dos grupos de guardias forcejeando con condenado y verdugo en el patio de la cárcel (incluyendo el ruido de pasos). Aunque quizás sea una influencia mutua (Playtime es posterior a El verdugo).
Hay algún pequeño fallo de guion, como cuando al principio el protagonista va a devolver el maletín al viejo verdugo; primero va a alcanzarle en el metro pero luego acaba en su casa (¿sabía su dirección cuando no quería ni oír hablar del siniestro verdugo?) y dejando a la espera a todo el cortejo fúnebre detrás del furgón de muertos. También, un poco forzado, pero gracioso, lo de la guardia civil con megáfono en las Cuevas del Drach. Igualmente, la escena en el piso a medio construir donde parece que podían decidir la distribución de las habitaciones, no tiene sentido en un piso de protección oficial que te toca con distribución rígida y estandarizada; es una escena simpática pero un poco forzada.
Hay algún pequeño fallo de guion, como cuando al principio el protagonista va a devolver el maletín al viejo verdugo; primero va a alcanzarle en el metro pero luego acaba en su casa (¿sabía su dirección cuando no quería ni oír hablar del siniestro verdugo?) y dejando a la espera a todo el cortejo fúnebre detrás del furgón de muertos. También, un poco forzado, pero gracioso, lo de la guardia civil con megáfono en las Cuevas del Drach. Igualmente, la escena en el piso a medio construir donde parece que podían decidir la distribución de las habitaciones, no tiene sentido en un piso de protección oficial que te toca con distribución rígida y estandarizada; es una escena simpática pero un poco forzada.