Película con casa encantada y fantasmas que no paran de incordiar. Lo de siempre. 'Exorcismo en Connecticut' no aporta nada a un género en el que parece muy difícil innovar. Los mismos personajes de siempre (la típica familia americana de clase media que ya presentó Tobe Hooper en 'Poltergeist': el padre pusilánime que se echa a la bebida en cuanto empiezan los problemas, la madre que no se achata ante nada y lucha por mantener unida a la familia frente a la adversidad, y los críos, víctimas indefensas de los espíritus atormentados), situaciones trilladas (yo diría que no hay ni una sola escena original en toda la película) y una historia con escasas sorpresas. Y todo filmado de manera excesivamente convencional. El final feliz sobra, y las lecciones de moral (no hay que perder la fe nunca) se las podrían haber ahorrado.
Está por encima de lindezas como 'La guarida' o 'La morada del miedo', pero muy lejos de los 'clásicos' del género, si es que se les puede llamar así ('Poltergeist', 'La leyenda de la mansión del infierno', 'Al final de la escalera').
Hay que reconocer que es un producto más serio de lo que suele ser habitual y que está rodado con cierto estilo (magnífica la fotografía). Pero, repito, no ofrece nada nuevo. Todo se ha visto ya en otros títulos similares. Salvo tres o cuatro momentos realmente inquietantes (todos relacionados con esa puerta misteriosa del sótano que no hay manera de abrir) el conjunto resulta decepcionante. No consigue asustar ni mantener en tensión al espectador. Los fans de Iker Jiménez la degustarán como un plato de 'grande cuisine'. Los más escépticos, los que se ríen cuando una película de fantasmas comienza con aquello de 'basada en hechos reales', no acabarán de cogerle el puntillo.
Muy floja. Echadle un vistazo a 'The Messengers', de los hermanos Pang, que, sin ser una obra maestra, ni mucho menos, consigue crear la tensión suficiente para mantener el interés del espectador hasta el final.

Lo mejor: ciertas imágenes realmente turbadoras.
Lo peor: que, a pesar de ser un telefilm de sobremesa poco inspirado que plagia descaradamente todo cuanto le viene en gana y no aporta nada, algunos quieran ver en él el renacer de un género.