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Voto de did79:
5
6,3
17.862
Terror. Thriller
Secuela del film de culto "El resplandor" (1980) dirigido por Stanley Kubrick y también basado en una famosa novela de Stephen King. La historia transcurre algunos años después de los acontecimientos de "The Shining", y sigue a Danny Torrance (Ewan McGregor), traumatizado y con problemas de ira y alcoholismo que hacen eco de los problemas de su padre Jack, que cuando sus habilidades psíquicas resurgen, se contacta con una niña de nombre ... [+]
10 de enero de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi 30 años después que Kubrick aterrorizara al mundo entero con su (libre) interpretación de la novela de Stephen King, nos llega una inesperada secuela, adaptación (esta vez literal) de la secuela novelada con homónimo título.
No cabe duda que la obra protagonizada por Jack Nicholson es una de las cumbres del cine de terror, así como todo un contundente ejercicio de estilo del cine en general. Por tanto, su sombra, por más que le pese a King, es muy alargada, tanto que es capaz de hacer sombra a cualquier otra adaptación de sus novelas e incluso a films con elementos semejantes, llegando a eclipsar la propia novela.
King que, por todos es sabido, repudia el film de 1980, decidió ampliar el universo fantasmal de su obra siguiendo los pasos de un crecidito Danny y su lucha contra los fantasmas del pasado. Era de esperar que la traslación en imágenes llegara en poco tiempo, sobretodo debido al revuelo ocasionado con la obra literaria, y el elegido fue Flanagan, ya experto en esto de las adaptaciones, llegando a trabajar con el mismo escritor. Suponemos que el escritor de "Carrie" quedó satisfecho del trabajo que realizó el director de su libro "El juego de Gerald", presuponiendo un mayor control creativo, aún aceptando a regañadientes las referencias al film de Kubrick.
Dejando de lado la calidad del film (que la tiene) y su, por momentos, hermosa fotografía, el principal problema radica, no en el apartado fílmico, sino en su concepto. El rico mundo de la literatura, que permite explayarse a un escritor, desarrollando un sin fin de tramas y conceptos que el celuloide, debido a sus limitaciones temporales, se ve incapaz de hacerlo sin resultar inconexo o gratuito. Y esto es, precisamente, de lo que adolece el film que nos ocupa. Todo rezuma pretexto mal casado, traicionando estrepitosamente el espíritu del film original, transitando senderos complacientes que no son más que excusas para conectar con lo anterior.
Pese a contener una interesante reinterpretación vampírica, con esos succionadores de energía, el film fracasa cuando vuelve por los derroteros marcados por Kubrick. Por eso, su mayor fallo es considerar como secuela historia que bien podría haber sido totalmente independiente, y que nos hubiera ofrecido un sólido cuento de terror, muy al estilo King, alejándose de lo sucedido anteriormente y sin dejar ese regusto amargo de una falsa continuación que huele a farsa.
Lo mejor; El film funciona cuando se aleja del universo Kubrick.
Lo peor; Justamente, esa aproximación al film original, con esas recreaciones que semejan parodias involuntarias (ese Jack Torrance... No admite comentario alguno)
No cabe duda que la obra protagonizada por Jack Nicholson es una de las cumbres del cine de terror, así como todo un contundente ejercicio de estilo del cine en general. Por tanto, su sombra, por más que le pese a King, es muy alargada, tanto que es capaz de hacer sombra a cualquier otra adaptación de sus novelas e incluso a films con elementos semejantes, llegando a eclipsar la propia novela.
King que, por todos es sabido, repudia el film de 1980, decidió ampliar el universo fantasmal de su obra siguiendo los pasos de un crecidito Danny y su lucha contra los fantasmas del pasado. Era de esperar que la traslación en imágenes llegara en poco tiempo, sobretodo debido al revuelo ocasionado con la obra literaria, y el elegido fue Flanagan, ya experto en esto de las adaptaciones, llegando a trabajar con el mismo escritor. Suponemos que el escritor de "Carrie" quedó satisfecho del trabajo que realizó el director de su libro "El juego de Gerald", presuponiendo un mayor control creativo, aún aceptando a regañadientes las referencias al film de Kubrick.
Dejando de lado la calidad del film (que la tiene) y su, por momentos, hermosa fotografía, el principal problema radica, no en el apartado fílmico, sino en su concepto. El rico mundo de la literatura, que permite explayarse a un escritor, desarrollando un sin fin de tramas y conceptos que el celuloide, debido a sus limitaciones temporales, se ve incapaz de hacerlo sin resultar inconexo o gratuito. Y esto es, precisamente, de lo que adolece el film que nos ocupa. Todo rezuma pretexto mal casado, traicionando estrepitosamente el espíritu del film original, transitando senderos complacientes que no son más que excusas para conectar con lo anterior.
Pese a contener una interesante reinterpretación vampírica, con esos succionadores de energía, el film fracasa cuando vuelve por los derroteros marcados por Kubrick. Por eso, su mayor fallo es considerar como secuela historia que bien podría haber sido totalmente independiente, y que nos hubiera ofrecido un sólido cuento de terror, muy al estilo King, alejándose de lo sucedido anteriormente y sin dejar ese regusto amargo de una falsa continuación que huele a farsa.
Lo mejor; El film funciona cuando se aleja del universo Kubrick.
Lo peor; Justamente, esa aproximación al film original, con esas recreaciones que semejan parodias involuntarias (ese Jack Torrance... No admite comentario alguno)