Siete almas de Gabriele Muccino, es un drama romántico psicológico lleno de intriga y sentimiento que llega con grandiosidad. Dirigida con un ritmo tranquilo y pausado, es íntima, particular y algo efectista, realizada de modo sorprendente y extraordinario, tiene un resultado provocador, inteligente y fantástico que se apoya en una historia emotiva y sentimental.
La fotografía, es lumínica, sensacional y rica en matices, con imágenes bellas e impactantes que son cuanto menos competentes y sorprendentes por estar confeccionadas con el objeto de calar en la retina del espectador. Y está acompañada por una música emotiva, idónea y majestuosa, que acompaña la historia de forma hipnotizadora y cautivadora en ciertos momentos oportunos, danto tristeza y melancolía con un gran variado musical.
Las actuaciones, son soberbias, conmovedoras y cautivadoras. Con Will Smith entrañable, cercano y convincente en una conseguida interpretación, Rosario Dawson encantadora y sensible, y estupendas labores de Woody Harrelson y Barry Pepper. Con un montaje que usa el flash-back para explicar la historia, siendo ideológico y poético. Y unos efectos sobrecogedores y asombrosos en determinadas escenas del film.
El guion, es profundo, inspirador y penetrante, argumentado con algo de pesimismo, y con toques intrigantes y misteriosos que son impredecibles y absorbentes para el espectador, conmoviendo con una historia entrañable y conmovedora que es apasionante y efectiva. Empleando para ello, una narrativa enigmática y sugerente por parte del protagonista, con voz afable, cordial y acogedora, llena de una desesperanza profunda e hipnótica.
Para finalizar, cabe resaltar unos movimientos de cámara, con empleo de los primeros planos personales, cámara en mano, tercera persona, planos generales y planos detalle bien elaborados en un sobrio trabajo. Por lo que, en definitiva, la considero una cinta indeleble y esencial en la filmografía dramática, por ser tanto excelente y magistral, como provocadora y sentimental. Y recomendable por su guion, actuaciones, música, montaje y narrativa que hacen de 7 almas un film emotivo, enternecedor y afectivo para todos los públicos que busquen dramas efectivos y notables.