La asociación entre George Lucas y Steven Spielberg con su nueva productora revolucionó el cine del momento, y además de "Star Wars" revolucionaron y revitalizaron el género con las aventuras de Indiana Jones, donde además de elaborados guiones con un hilo conductor, espectaculares imágenes y excepcionales y disparatados diálogos, los temas que abarcaban eran misterios de todos conocidos que alimentaban nuestra imaginación de niños y de no tan niños.

Películas para toda la familia, para lanzarte a la aventura del cine con tus hijos los fines de semana, a asaltar los burges y las pizzerías, a evocar ese espíritu aventurero que sólo la juventud y los niños conservan, a soltar una carcajada que te sale del alma ante la absurda lógica de situaciones sencillas que se resuelven con absoluta simplicidad.

Además la elección de Harrison Ford para interpretar al héroe no puede ser más acertada, con su sombrero y su látigo, con esa doble personalidad de profesor de instituto o de universidad y de arqueólogo aventurero que distan tanto una de otra, de ese humor que se solapa con el peligro en prácticamente todas las situaciones, siempre bien rodeado de excelentes secundarios y de atractivas mujeres, todos con papeles estimables, y sus adversarios, los nazis y la leyenda de que Hitler quería hacerse con todos los objetos mágicos de la historia así como de las obras de arte, de los símbolos de todas las religiones, algo reiterativo y siempre presente en las producciones de Spielberg y su declarado judaísmo, casi siempre para ridiculizarlos, lo que consigue más que eficazmente en "En busca del Arca Perdida".

Sobresaliente a punto de matrícula de honor.