Si bien es cierto que la película no banaliza con la muerte ni con la brutalidad de una guerra como la de Irak -las escenas de violencia son de las más fuertes y desasosegantes que he visto-, también lo es que el protagonista absoluto de la cinta es un individuo mentalmente plano y humanamente repulsivo. De modo que, en efecto, el resultado final es, como anuncio en el título de la presente crítica, profundamente desagradable. ¿Como la vida misma? Pues no digo que no. Pero tampoco me cuenta nada que no sepa, ni que me aporte nada, ni que me interese ver... La verdad sea dicha, la cinta, además, tampoco ofrece nada nuevo ni especialmente brillante a nivel cinematográfico; las escenas de acción son crudas, sí, y también correctas, pero nada más. Lo cual, teniendo en cuenta que hablamos de Clint Eastwood, resulta harto decepcionante.

Por otra parte, y como me toca decir casi siempre -o siempre- que critico películas bélicas norteamericanas, sigo echando en falta que los combatientes "enemigos", ya sean irakíes, afganos, vietnamitas, somalíes, y hasta nazis, dejen de comportarse como patos de feria desfilando y cayendo ante las miras de los fusiles del Tío Sam, sin cubrirse jamás y sin causar una puñetera baja. Qué ganas tengo, de verdad, de ver una película, o leer un cómic, protagonizado por uno de esos vietnamitas o irakíes que tanta caña le han dado a los yankis, y en tan inferiores condiciones: kalashnikovs, RPGs y bombas caseras contra el ejército más poderoso e hipertecnologizado que ha visto la Historia. ¡Eso sí que sería épica!

Y, hablando dello, apunto también que, para mí, el personaje más interesante y con más potencial de la película no era el tontopolla del protagonista, sino su antagonista, el francotirador irakí -al parecer, sirio-, al que recuerdo muy bien de aquellos años por un reportaje de Jon Sistiaga. Diga lo que diga la película de que el tipo "vende sus vídeos en internet" -que no sé si es verdad, pero igual no lo es-, aquel "Mustafá" era considerado un héroe por los irakíes, precisamente, porque se cargó a un montón de soldados gringos sin poner bombas y sin un solo "daño colateral". O sea, porque solo se cargaba a quien... ahora lean atentamente... se lo merecía por haber invadido un país sin otra razón que apoderarse de sus recursos naturales, y a nadie más.