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España España · Las Palmas de Gran Canaria
Voto de Alfonso Marlowe:
9
Terror. Intriga En la costa de un pequeño pueblo del este de Estados Unidos, un enorme tiburón blanco ataca a varias personas. Por temor a los nefastos efectos que este hecho podría tener sobre el negocio turístico, el alcalde se niega a cerrar las playas y a difundir la noticia. Pero un nuevo ataque del tiburón termina con la vida de un bañista. Cuando el terror se apodera de todos, un veterano cazador de tiburones, un oceanógrafo y el jefe de la ... [+]
2 de octubre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos reconocemos la potentísima banda sonora de John Williams y nos imaginamos las fauces del tiburón saliendo del agua de la orilla de la playa.

Un clásico de los 70 que se ha vuelto naif.

Hay que revisitar los clásicos de la juventud aunque duelan. Spielberg supo tratar un tema atávico que inquietaba a los espectadores y tenía una banda sonora apabullante.

A partir de los 90 el género de terror se intensificó muchísimo y se volvió más visceral. El espectador se ha acostumbrado al thriller muy tenso y al terror sangriento y visceral. Las obras maestras anteriores no sólo nos parecen inquietantes y terroríficas, sino que muchos detalles de las tramas nos parecen menos trabajadas.

Mientras que el método Hitchcock ha conseguido que películas de hace 80 años siguen siendo actuales, otras como ésta con buenas interpretaciones, con una moda de los años 70 que puede seguir pareciendo actual con sus detalles retro, ha perdido curiosidad por la trama.

Por ejemplo, la escena cuando el niño discute con la madre en la playa sobre si meterse en el agua o no, cuando nosotros sabemos que el tiburón asesino se acerca, la pelea entre madre e hijo debió durar más, ser más intensa y tener más detalles, Hitchcock no dejaba pasar esas oportunidades.

Además aunque el policía guardacostas Roy Scheider tenga un cierto sentido de culpa por no haber cerrado la playa cuando ya había habido una joven muerta, y haber dejado en peligro a los bañistas con el resultado de un niño muerto, no se le ve que tenga un sentimiento demasiado intenso de culpa.

Solo existe el miedo al tiburón, y eso me parece un empobrecimiento con clásicos parecidos anteriores ya sea Moby Dick u otras películas de Hitchcock donde se trataban más intensamente sentimiento y relaciones perturbadoras.

Es una obra maestra sencilla, de espíritu deportivo que sobre todo busca perseguir al tiburón por el miedo atávico, de un Spielberg de 29 añitos que se estaba haciendo como director y aunque era capaz de hacer obras maestras de blockbusters no le daba sentimientos retorcidos, traumáticos y dolorosos ni le gustaba atormentar y devanar a sus personajes.
Alfonso Marlowe
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