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Voto de Néstor Juez:
7
5,2
16.048
Comedia
La historia transcurre en el cálido verano de 2010 en una pequeña capital de provincias española. Un peculiar y disfuncional comando de ETA -formado por un veterano que está deseando demostrar que no es un cobarde (Javier Cámara), una pareja cuyo compromiso depende de la continuidad de la banda (Miren Ibarguren y Gorka Otxoa) y un manchego que cree que entrar en el comando le hará sentir como si fuera Chuck Norris (Julián López)- se ... [+]
8 de octubre de 2017
43 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y a las 22:00, sin moverme de cine, asistí a mi única sesión de la sección Velódromo del certamen: la comedia original de Netflix Fe de etarras, dirigida por Borja Cobeaga. 12 años después de que una reunión saliera mal y tuviera que huir por la ventana para que no le atrapase la policía, un veterano de origen riojano (un Javier Cámara que nunca defrauda) reúne en el verano de 2010, mientras España juega en el Mundial, un extraño comando de ETA integrado por él, una joven pareja vasca (Gorka Otxoa y Miren Ibarguren) y un refuerzo de Albacete con conocimiento de explosivos (Julián Villagrán) que se recluirán en el interior de un piso franco durante días a esperar la llamada de su superior (Ramón Barea, imponente) con las instrucciones del próximo golpe contra el estado español. Durante estos días de tedio, acabarán cambiando platos de duchas y vitoreando a la Roja con banderas. Eso sí, siempre luchando por Euskal Herria, en pos de honrar su nombre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Cine vasco, de presencia lógica en este certamen, y primera incursión seria en Netflix de uno de los pesos pesados de la comedia nacional. Una comedia inteligente y desternillante, pero no exenta de tristeza, tragedia nacionalista y momentos de palpable tensión física y acción desasosegante. Filme serio y concienzudo desde la carcajada salvaje, pero una carcajada integrada en un gran guión plagado de guiños, símiles y metáforas paródicas de las líneas centrales del conflicto vasco. Personajes entrañables y mirada respetuosa y profunda pero amarga y desesperanzada al conflicto armado de ETA y una mirada amable al último fin de esta gente de hallar un fin al permanecer, llegando a ser felices más allá de una lucha que no llega y cuyos intentos sólo llevan al fracaso. Cine de difícil proyección fuera del ámbito local, y de factura formal elegante pero que no busca más. Pero no por ello debo dejar de aplaudir y recomendar este sorpresivo éxito, que por tanto supera a nuestra comedia estándar costumbrisa. Humor con mensaje, identidad cultural y enfoque terapéutico.