Como suele pasar con las secuelas de Disney, la mayoría directas al hogar sin pasar por la gran pantalla y que no aportan nada (en muchos casos incluso sobran), Hermano Oso 2 no tiene nada de espectacular y repite los esquemas de la anterior, sin gran brillantez visual y con poca originalidad. Pero al menos no destroza las bases de la primera (como ha pasado en el caso de otras secuelas) y es cortita, sin alargues innecesarios en su resolución.