Magnífica obra de Wellman, un director sobrio, nada efectista, pero que cuida hasta el más mínimo detalle. Su filmografía está llena de joyas como esta.

Por lo demás, ya que está tan de moda la temática, decir que para poner en contexto la gran hazaña de estas mujeres, el camino estaba ya sembrado de cadáveres de hombres. Esos que dieron la vida en un barco (el marido y todos los hijos, varones, por supuesto, para que Patience tuviera un techo y un bocado que llevarse a la boca antes de que no le quedara otra que proveerlo por sí misma) o los que se dejaron la piel abriendo caminos en las montañas, en el desierto, en los valles anegados, ...

Sí, hombres. Esos mismos que el feminismo del s.XXI se empeña en demonizar.