Una de las películas menos conocidas de Boris Karloff (el inmortal Frankenstein) hace un buen papel, interpreta a dos gemelos que tienen personalidades diferentes, y tiene un papel con diálogos que siempre se cernía a frases cortas y con la misma expresividad. Aquí tiene más juego y se ve que es un gran actor.

La historia, juega con elementos muy tópicos en el mundo del terror, incluso hay una escena que se parece a Frankenstein, cuando el poblaco va en avalancha al castillo. Está la típica mujer que es enamorada y se enamora.

Algunas secuencias se nota que le falta naturalidad y se ve forzadas o muy teatralizadas, pero en su conjunto, está bien el desarrollo de la misma, jugando muy bien con las luces, sombras y otros efectos visuales.