Han pasado muchos años y acabo de verla por segunda vez. No sólo no envejece sino que cada vez es mejor que la anterior.
Con esta película sucede como con un cuadro de Velázquez o de Dalí, es una Obra de Arte y hay que tratarla como tal. Cada vez que se vé, se admira, impresiona poderosamente y, además, podemos apreciar numerosos detalles o aspectos nunca vistos. Siempre nos transmite una sensación nueva que no habíamos notado antes.
Aunque la veamos muchas veces nunca es la misma película.
¿Qué voy a decir de la Dirección? No tiene desperdicio, no existe nada dejado a la improvisación, ni vulgar ni rutinario; todo está profundamente meditado y calculado para transmitir impresiones; para un placer estético en el que el ritmo es una parte más.
La Música no le va a la zaga. Hay veces que uno no sabe que es lo que más le impresiona, si lo que vé o lo que está oyendo. Realmente son dos sensaciones inseparables.
Los actores. perfectos, emocionantes, desde el principio hasta el final.
Por último, con este Director siempre cometemos un error. ¿De qué error hablo? pues intentar buscarle una explicación simple que nos permita comprender la Historia. Explicación que probablemente ni es simple y a lo mejor ni existe. Es algo así como hacerlo con un un cuadro abstrato.
Y como no somos capaces de hallar esta explicación nos queda un regusto algo amargo que nos deja insatisfecho. ¡Gran error!.