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Voto de Dr Marcus:
7
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Cine negro. Intriga. Thriller
Tras suicidarse, el policía Tom Duncan deja una carta en la que confiesa haberse dejado sobornar por una banda de gángsters, pero también denuncia la corrupción de altos funcionarios. Cuando el sargento Dave Bannion trata de esclarecer su muerte tropieza con toda clase de obstáculos. (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2007
27 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pienso que, en líneas generales, la obra Alemana de Frtiz Lang ha resistido mucho mejor el tiempo que su trabajo en EE.UU. Películas como M (1931) o la trilogía del Dr. Mabuse son a día de hoy mucho más reivindicables que el cine clásico de estudios "made in Hollywood", donde el director alemán desarrolló su labor más como un funcionario que como un autor cinematográfico.
En Los sobornados, vemos a a un Glenn Ford interpretando al policía que en los años cincuenta encarna al hombre medio, el cual se enfrenta a una banda de hampones que ha corrompido incluso a la cúpula policial. Por supuesto no faltan los deseos de venganza por su amada asesinada a manos de los criminales mafiosos, ni los elementos propios del policiaco de los años cincuenta: tabaco, sombreros, femme fatale, whisky, barras de bar y un protagonista que al modo del Spencer Tracy de Furia (1936) se empeña en doblegar a las fuerzas ominosas del poder. El resultado es por tanto un relato intercambiable con cualquier otra variación "noir" de los años cuarenta y cincuenta (incluso con algunos westerns, a los que se aproxima sobre todo en alguna escena de pelea en el bar), que cuenta únicamente con el beneplácito de haber sido rodada por uno de los grandes maestros de todos los tiempos.
En Los sobornados, vemos a a un Glenn Ford interpretando al policía que en los años cincuenta encarna al hombre medio, el cual se enfrenta a una banda de hampones que ha corrompido incluso a la cúpula policial. Por supuesto no faltan los deseos de venganza por su amada asesinada a manos de los criminales mafiosos, ni los elementos propios del policiaco de los años cincuenta: tabaco, sombreros, femme fatale, whisky, barras de bar y un protagonista que al modo del Spencer Tracy de Furia (1936) se empeña en doblegar a las fuerzas ominosas del poder. El resultado es por tanto un relato intercambiable con cualquier otra variación "noir" de los años cuarenta y cincuenta (incluso con algunos westerns, a los que se aproxima sobre todo en alguna escena de pelea en el bar), que cuenta únicamente con el beneplácito de haber sido rodada por uno de los grandes maestros de todos los tiempos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No obstante me gustaría destacar un aspecto de la película que me parece magistral y aporta un elemento muy personal a esta película. Se trata del personaje de Debby Marsh (interpretada por Gloria Grahane), un personaje interesantísimo por la consciencia crítica que tiene del éxito, y sobre todo de los esfuerzos, amnesias y humillaciones que hay detrás de su obtención. En el tramo final del film, cuando el hampón con el que flirtea le arroja café hirviendo desfigurándole la mitad del rostro, ella se oculta unos días para volver luego dispuesta a ser el trasunto vengador de la viuda (Jeanette Nolan) cuyo enriquecedor silencio en torno a la muerte de su marido (un policía corrupto) desencadena toda la trama. La condición del rostro del personaje (bello/deforme), deviene una encarnación explícita de la doble naturaleza del ser humano según Lang, en lo que es un ejemplo fehaciente del gusto del director alemán por las metáforas exhibidas y uno de los escasos rasgos verdaderamente personales de Los sobornados.