Mediocre película española la dirigida por Borja Manso y Marcos Cabotá. La película intenta ser una crítica hacia la televisión y hacia la amistad pero se queda a la mitad de ambos objetivos. Por ratos es bastante entretenida pero tiene fallos imperdonables, como esos personajes que no se cree ni el propio director.
El personaje de Ernesto Alterio es malo, el lo hace bien pero su personaje no está muy decente. Diego Martín es el mejor de los tres y tiene algunos momentos realmente graciosos aunque su relación con Manuela Velasco deja bastante que desear (de lo poco creíble que es). Y luego el otro tipo que es un desconocido y está normalito.
Vamos que si se tiene algo mejor que hacer evítenla. Por cierto el final ese "misterioso y raro" deja bastante que desear.