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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Thriller. Drama Wayne (Robert Redford), un conocido empresario, y Eileen Hayes (Helen Mirren) son una pareja que vive con toda clase de comodidades. Pero la paz familiar se rompe cuando él es secuestrado a plena luz del día. A medida que avanza la investigación del FBI, Eileen se entera de que su marido tenía una amante. Por su parte, Wayne, que siempre se había jactado de ser un astuto negociador, descubre, de repente, que su destino está en manos de ... [+]
8 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace ya algunos años que vi esta película en su estreno y me pareció buena. Una película absorbente que no te da respiro y que trata sobre la naturaleza humana parezca un mero thriller. Es decir, que algún espectador la puede considerar un caso extremo de violencia y sometimiento y paralelamente una inusitada historia de amor. Sin embargo, yo veo una metáfora de la vida, un acontecimiento que ocurre de manera dramática y rotunda en el film pero también en la vida y que con sus matices y gradientes, es más común de lo que parece en nuestra existencia y en nuestro entorno.

El holandés Pieter Jan Brugge es sobre todo un productor cuya única película dirigida es la que aquí comento. Curioso, pues la película está muy bien llevada, con mucha agudeza sobre todo en los detalles, elegante ritmo pausado, y gran dirección de actores. Además, Brugge aporta el original recurso narrativo de romper la unidad temporal por medio del montaje, es decir, hacer que las historias paralelas de los personajes transcurran en tiempos distintos, cuando aparentemente siguen un orden temporal común.

La obra tiene, desde mi modo de ver, un guión bien elaborado, escrito por Justin Haythe, basado en una historia de Brugge y Haythe. Es un guión con tensión, lúcido y agudo, y diálogos muy interesantes para quien quiera o pueda escucharlos en su tonalidad profunda, pues tocan de lleno al alma humana, sus recodos más intrincados, las emociones inconfesables o largamente guardadas en forma de rencor; incluso toca de lleno el territorio del amor. Me ha gustado la música de Craig Armstrong y la brillante y nítida la fotografía de Denis Lenoir.

El reparto es de lujo con un Robert Redford que logra convencer sobradamente al respetable con una actuación de las mejores que le he visto: soberbio y sumamente convincente. Willen Dafoe está sobresaliente en el rol de hombre abyecto, envidioso y amargado. Y Helen Murray está sencillamente perfecta en el papel de abnegada esposa capaz de todo para que su matrimonio no salte en pedazos. Tres interpretaciones sabiamente recreadas.

Este film hace una dura y amarga diatriba social sobre la hipocresía, las mentiras, las desventuras y fingimientos que suelen acompañar el camino del éxito y las aparentes "estabilidades familiares".

En fin, thriller tintado de drama e intriga, que tiene su mensaje social y moral, que aborda la envidia como motor de mal (Arnold es un gran envidioso de Wayne). La envidia, a diferencia de los celos que necesita de al menos tres personas en liza, la envidia digo, es una relación de dos partes en que un sujeto envidia al otro por alguna posesión o cualidad, lo cual suele acabar en destrucción.
Kikivall
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