Veamos, "Física o Química" es la mejor serie juvenil que se ha realizado en España desde aquella ya lejana "Segunda Enseñanza" que en los 80 realizó Pedro Masó con Ana Diosdado y compañía.
El resto de series españolas de adolescentes que han ido desfilando por las parrillas de nuestros canales a lo largo de los últimos 20 años han sido de un resultado final (en consistencia de personajes, situaciones, guión, temática, etc) muy por debajo de ésta que muchos ponéis a caldo ahora.

Para empezar, el desparpajo y la naturalidad de algunos de los chavales en varios momentos de la serie es uno de los puntos fuertes que tiene, a diferencia de todo lo visto antes en otras. Está claro que las ficciones que se plantean en la serie son en algunos casos exageradas y previsibles, pero señoreees... es que hacer una buena serie en la que haya unos protagonistas adolescentes no significa que tengan que ser obligatoriamente el fiel reflejo de la norma existente.

Por lo menos, (en este caso) la mayoría tienen la edad que interpretan, que no está mal para empezar.

Hace no mucho estuve viendo unos cuantos capítulos de dos exitosas series británicas de adolescentes (skins y sugar rush) y las jergas que se utilizan en ellas así como las situaciones a las que se ven sometidos los protagonistas son realmente extremas y exageradas. Por no hablar de la inyección apabullante y revolucionada de hormonas tanto en el tratamiento visual, sexual y sentimental a cada minuto... pues bien, en el caso de skins la serie se ha convertido en un rotundo exito internacional, tiene muy buena factura y ha sabido llamar la atención por ser atípica, irreal y diferente.

Esta claro que para llegar en nuestro país a una calidad y éxito como la de la británica "Skins" tanto en lo técnico como en riesgos de guión, dirección, edición o banda sonora, tienen que pasar años aquí... y "Física o Química" está claro que no es "Skins" y que aparte de sus puntos fuertes intentando romper tabues etc, etc, tiene tb sus carencias (algunas por ser made in spain y otras por exigencias comerciales en contraproducencia de la calidad final), pero el odio gratuito a lo único que ayuda y alimenta es a que siga siendo así (o cada vez peor y no lo contrario) por los siglos de los siglos, amén