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1
Drama. Comedia Jack Campbell (Nicolas Cage) es un egocéntrico broker de Wall Street cuya única obsesión es el trabajo y una vida llena de lujo. Un día, tras un incidente en una tienda el día de Nochebuena, se despierta viviendo otra vida: es un humilde vendedor de neumáticos de Nueva Jersey, casado con su antigua novia Kate (Téa Leoni), a la que había abandonado hacía años para que no obstaculizara su carrera en el mundo de las finanzas. (FILMAFFINITY) [+]
23 de noviembre de 2005
18 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definitivamente esto no es "Es una vida maravillosa”. Comparte con la película de Capra la filosofía del individualismo, pero de manera diferente: si en Capra se trataba de promocionar aquellos valores que la propaganda vinculó a la existencia de USA como nación: la lucha y el esfuerzo individual de las personas (aisladas) para el beneficio de un proyecto común, en esta película y, a estas alturas, cuando ya nadie en USA cree en el “sueño americano”, se limita a presentar las peripecias de un tipo carne de cañón para una moralina de "love story".
Jack Campbell decide seguir su carrera y rechazar los compromisos; una noche un “ángel” le situará en la vida familiar opuesta a su actual vida de ejecutivo de Wall Street. Se le muestra en su nuevo papel de “family man” de clase media-baja. Pero a lo largo de toda la película no hay dimensión moral ni ética, ni social, ni económica; el cariacontecido Jack no tiene dilemas morales, ni éticos, ni nada. Como el gato de Schrödinger, el director muestra el árbol de la decisión vital de Jack en dos estados posibles, el real (actual) y el potencial (“comercial”) y hace que el protagonista, al ser consciente de ello, interactúe decantándose por el estado vital más comercial (romántico-tradicional).
Si en Capra se plantea que las decisiones y acciones vitales de un único individuo, por muy insignificante que éste sea, contribuyen al cambio de su entorno más próximo (apreciándose cierto “efecto mariposa” social -efecto entendido como suma de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo sensible ante las influencias externas-) en esta película las decisiones y acciones vitales de Jack no le afectan más que a él, no hay dimensión social en la acción de Jack.
Es cierto que siente el vértigo de perder lo que posee, pero su nueva situación tiene más de “arréglatelas como puedas” que de “haz de tu vida lo que quieras”. La obsesión por el dinero y el lujo es un espacio hacia el que tiende el movimiento caótico de su propio sistema (pseudodinámico) provocando un “convulso” proceso únicamente en el plano individual, no así el colectivo (la empresa, los compañeros de trabajo son los mismos con Jack que sin Jack). La presencia del caos debería implicar una mayor variedad de posibilidades y no una querencia acrítica a mantener el status quo. Además, añade el pasivo papel de ella esperando pacientemente la segunda oportunidad para estar con él sin que en su caso haya tenido que aparecer un ángel para mostrarla que es preferible no rechazar al amor por todo el dinero del mundo.
En resumen, película de propaganda del individualismo reinante que mantiene que los fenómenos sociales y culturales deben explicarse únicamente en términos de datos sobre los individuos (el todo se reduce a la suma de las partes y las partes se comprenden perfectamente con independencia del todo), en ningún caso las construcciones colectivas que conforman los seres humanos tienen el menor valor.
persona
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