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España España · Albacete
Voto de Sergio PR:
7
Thriller. Drama Keller Dover se enfrenta a la peor de las pesadillas: Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
30 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me preguntasen qué color escogería para catalogar esta película diría que el azul de gama muy, muy fría, incluso, congelada. Todo ayuda a que se desarrolle con gran potencia visual: la lluvia constante, el interior de las casa, la ciudad, la música, las emociones… Es una muestra de que Denis Villeneuve (Incendies) sabe cómo apoderarse de la atención del espectador.

Para mi sorpresa, el título en inglés ha sido traducido al español literalmente. Aunque en Chile sigue siendo ‘La sospecha’, ‘Prisioneros’ describe mejor el estado emocional en el que se encuentran (prácticamente) todos los personajes de la historia. Cuando me acuerdo de la película (y de su incesable color azul) se me viene a la cabeza una mezcla de películas y personajes: Loki es la tranquila policía Marge Gunderson en Fargo, Keller Dover representa al intranquilo y desquiciante agente federal “Teddy” en Shutter Island, y la historia, a pesar de no ser la misma, se familiariza con Mystic River. Y quizá haya mencionado Fargo dado que el director de fotografía es Roger Deakins (Fargo, No es país para viejos).

Tan realista que parece que Jackman está psicológicamente aprisionado por la desaparición de su hija. Su podría encontrar en uno de los mejores papeles de su vida. Pero no es a él al único al que hay que prestar atención. La película está compuesta por un reparto impecable, hace que sienta diferentes emociones dependiendo de los personajes. Jake Gyllenhaal intenta parar los pies a un padre descontrolado, y Paul Dano queda excelente para chico trastornado que no abre la boca –muestra de ello es su papel en Pequeña Miss Sunshine-.

Gyllenhaal parece saber manejar el buen papel de agente con tics en los ojos –porque lo que hacía estaba planeado posteriormente, ¿no? –. En realidad, fue él mismo el que pensó que al personaje debería pasarle algo por el estilo, sin estar eso escrito en el guión. Persuadió al director Denis para que le dejase interpretar a un Detective Loki con tal manía.

También hay una gran actuación que no resalta tanto, pero a la que hay que hacer mención. Una competitiva Melissa Leo que se sale como madre de Alex y quien es más de quien dice ser. Y yo no digo nada, que si no luego todo se sabe.

Aaron Guzikowsky no escribió la historia basándose en sucesos que, de hecho, estaban ocurriendo en la actualidad. Sí es cierto que el guionista advirtió que le vino bien no darse cuenta de ello, puesto que pensaba que al intentar basarse en un hecho real, el resultado puede parecer muy fantástico. Y esto no es todo; la cosa es que estos hechos (y con ellos el guion) ya se habían sucedido cuatro años antes de rodarse la historia. La película pudo haber tenido un reparto, e incluso un director, diferente. Bryan Singer estuvo a punto de quedarse con ella. A Leonardo DiCaprio se le pasó la idea de participar, y Mark Walhberg y Christian Bale iban a ser padre e hijo –no sé en qué orden-.

Nos hemos adentrado en la época de los buenos proyectos cinematográficos, y Prisioneros no es una excepción. No sé si le sobran unos cuantos minutos, pero, lo que sí sé es que, al ver terminarla no te quedas insatisfecho, ni tampoco piensas que ha sido un tostón. Sales de la sala con una intriga que no te puedes quitar de a cabeza. Y tampoco se te olvida el color azul que refleja toda la frialdad de la ópera de Villeneuve.

¡Advertido estás! Prohibido no ver esta película. Es, sin duda, una de las mejores del año.
Sergio PR
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