"Obras" es un lamentable cortometraje que sigue con una duración relativamente eterna los misterios y maravillas de la vida cotidiana en un barrio, y pretende generar algún mensaje al respecto de la destrucción y construcción de sus edificios, algo así como la continuidad de la vida y de la condición humana. Pero no lo consigue.

Para empezar está el tema de la duración del corto. Cuando crees que una historia de diez minutos puede contarse en dos, algo falla. Cuando has visto una escena de fondo de "Futurama" de apenas minuto y medio en la que se cuenta lo mismo que en este bodrio, con mucha más gracia y salero y con platillos volantes, entonces ya es para preocuparse. Y es que ver esos alargados planos, por aquí, por allí, como diciendo "mira qué bien me ha salido el dibujo", no me transmite nada y se me hace insufrible. Pero es que además la presentación del mensaje en sí es redundante, y torpe, y se ha hecho mil veces antes, todas ellas con más solvencia que aquí.

Luego está el aspecto estético. Reconozco que la animación está bastante bien pero es muy austera, sin grandes alardes, y por otro lado la música es un desafío para los tímpanos. Por dios, cómo rechinan esos violines...

En resumen, "Obras" no sólo no inventa nada sino que además plantea y ejecuta mal. Y eso lo convierte en un corto sin ideas, sin nada que ofrecer más que un vacuo e indigerible ejercicio de estilo.