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Voto de Ferdin:
5
5,7
8.300
Comedia
A principios de los años veinte, Gerald Brenan, un joven idealista inglés, de familia noble, que aspira a ser escritor, llega a Yegen, un pueblecito de la Alpujarra granadina. Su propósito es aislarse del mundo, con dos mil libros como única compañía, y olvidarse de su etapa como oficial del ejercito británico en la I Guerra Mundial. Allí encuentra no sólo la paz que necesita para leer y escribir, sino también el amor de Juliana, una ... [+]
13 de diciembre de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Al sur de Granada" es uno de esos libros que releo continuamente pues me interesa mucho como historiador, como "cultureta" y como almeriense y conocedor de una parte de la Alpujarra, ya que, aunque Gerald Brenan (1894-1987) vivió 7 años en Yegen, a intervalos entre 1920-1924, 1929 y 1932-1934, viajó continuamente a tierras cercanas como otros pueblos de la Alpujarra, a Almería o a Guadix, y esos capítulos son interesantes por ver la opinión de un remilgado inglés acerca de la España de esos años de oligarquía, caciquismo, atraso y ruralismo.
En cuanto a la película de Colomo, sabía de antemano que, más que sobre antropología, cultura y observaciones del escritor, iba a tratar sobre sexo y vida alegre, y que se iba a centrar en las relaciones de Brenan con las lugareñas, (relaciones y situaciones algo modificadas, ver spoiler), por lo que los desnudos gratuitos y la liberación sexual totalmente extemporánea a esos años iban a estar garantizados.
Y en cuanto a la película en sí, he de decir que le cuesta mucho arrancar, carece de gancho e interés, un interés que aumenta sólo al final,y para mí sólo cuenta con los alicientes de la bonita luz y la fotografía, cierta música, los paisajes alpujarreños y la correcta ambientación de la época, porque el reparto es bastante desigual: Matthew Goode, pese a su oxigenado pelo sacado de "Trainspotting", resulta bastante correcto y creíble y convence en su papel de joven inglés perdido y además se agradece su esfuerzo por hablar español, dándole veracidad; Verónica Sánchez (Juliana), aunque se tira desnuda media película, no desentona; pero el resto no acompañan tanto, es el caso de Resines como improbable cura (además un cura casi inexistente en el libro que Colomo utiliza para satisfacer su anticlericalismo) o Willy Toledo, el amigo imbécil pero no tonto, patético en su intento de hacer gracia e imitar el acento ¿pueblerino granadino?
Ése es otro tema, el fallido propósito de hacer hablar a los actores que interpretan a los habitantes de Yegen como hablarían en la realidad; quieren hacernos creer que ese acento sería el granadino y el granadino-alpujarreño, y quizá un gallego, un catalán, un inglés o un japonés se lo crea, pero unos cuantos millones de españoles no. Un granadino, un almeriense e incluso un jiennense o un murciano se reirá y/o se enfadará cuando los escuche hablar en la película en esa extraña parla mezcla de sevillano-cordobés-malagueño- y una pizca de granadino, o cuando los vea tocar palmas y cantar sevillanas (momento tópico-vergonzoso de la película). Así la gente seguirá creyendo que toda Andalucía es Sevilla, muy bien.
Así, entre palmas, bailoteos, polvetes en camastros llenos de pulgas y aburrimiento, sólo cobrando interés al final (ver spoiler), se pasa la película. Se deja ver, si te la tomas a la ligera.
En cuanto a la película de Colomo, sabía de antemano que, más que sobre antropología, cultura y observaciones del escritor, iba a tratar sobre sexo y vida alegre, y que se iba a centrar en las relaciones de Brenan con las lugareñas, (relaciones y situaciones algo modificadas, ver spoiler), por lo que los desnudos gratuitos y la liberación sexual totalmente extemporánea a esos años iban a estar garantizados.
Y en cuanto a la película en sí, he de decir que le cuesta mucho arrancar, carece de gancho e interés, un interés que aumenta sólo al final,y para mí sólo cuenta con los alicientes de la bonita luz y la fotografía, cierta música, los paisajes alpujarreños y la correcta ambientación de la época, porque el reparto es bastante desigual: Matthew Goode, pese a su oxigenado pelo sacado de "Trainspotting", resulta bastante correcto y creíble y convence en su papel de joven inglés perdido y además se agradece su esfuerzo por hablar español, dándole veracidad; Verónica Sánchez (Juliana), aunque se tira desnuda media película, no desentona; pero el resto no acompañan tanto, es el caso de Resines como improbable cura (además un cura casi inexistente en el libro que Colomo utiliza para satisfacer su anticlericalismo) o Willy Toledo, el amigo imbécil pero no tonto, patético en su intento de hacer gracia e imitar el acento ¿pueblerino granadino?
Ése es otro tema, el fallido propósito de hacer hablar a los actores que interpretan a los habitantes de Yegen como hablarían en la realidad; quieren hacernos creer que ese acento sería el granadino y el granadino-alpujarreño, y quizá un gallego, un catalán, un inglés o un japonés se lo crea, pero unos cuantos millones de españoles no. Un granadino, un almeriense e incluso un jiennense o un murciano se reirá y/o se enfadará cuando los escuche hablar en la película en esa extraña parla mezcla de sevillano-cordobés-malagueño- y una pizca de granadino, o cuando los vea tocar palmas y cantar sevillanas (momento tópico-vergonzoso de la película). Así la gente seguirá creyendo que toda Andalucía es Sevilla, muy bien.
Así, entre palmas, bailoteos, polvetes en camastros llenos de pulgas y aburrimiento, sólo cobrando interés al final (ver spoiler), se pasa la película. Se deja ver, si te la tomas a la ligera.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La trama principal de la película es la "relación amorosa" entre Brenan y Juliana, algo que ocurrió en la realidad, cuando ella sólo tenía 16 años, de la cual nació una niña, Elena, como se ve, niña que acabaría siendo criada por el escritor y su mujer norteamericana, Gamel Wolsey (1895-1968). No es mi intención juzgar a Brenan por más que su conducta fuera reprobable, me limito a exponer los hechos. Pues, aunque en la película el final queda hermoso y hasta poético pero no exento de drama, lo cierto es que Brenan le arrebató la niña a su madre para, con el nombre de Miranda Helen, ser educada al "modo inglés". Nunca quiso saber nada de Juliana y sólo una vez dejó que viera a su hija, ya en los años 50, con la condición de que dijera que sólo había sido la criada. Juliana, repudiada en Yegen, había marchado a Granada donde hubo de casarse; allí moriría mucho después, en 1979, ya ciega, deseando volver a ver a su hija.