Película mítica, de serie B, realizada con cuatro libras y que ha resistido regular el paso del tiempo, es pese a sus numerosas licencias y omisiones respecto al libro stokeriano, la más fiel de todas las versiones que se han hecho en cuanto al alma, al espíritu. Ni la vodevilesca de Browning con Lugosi, ni la apócrifa de Murnau, ni la patochada romántica de Coppola, nada...sólo la de Fisher se centra en los valores de sumisión y puramente sexuales del Drácula que imaginó el escritor irlandés.

Y yo diría que también el mejor Drácula de todos es el de Christopher Lee, pese a que aparezca bastante poco, pero su presencia y maneras impresionan de veras (su mujer no quiso dormir con él la noche del estreno), aunque no hubiera estado de más algo más de agilidad y fuerza (se nota la limitación de medios). Por contra, el resto de personajes no tienen relieve, sobre todo las mujeres, y los hombres son demasiado flemáticos. El Van Helsing de Cushing no aparenta demasiado ser la luz entre las tinieblas.

Me hizo gracia una posada supuestamente de Alemania o Hungría que más parece un pub inglés, botella de ginebra Gordon´s incluida...